plentzia - Aitor González ha vuelto a meterse entre los muros de la muralla de Plentzia. Estas antiguas fortificaciones que tanto le apasionan son protagonistas, de nuevo, de su vocación historiadora y escritora. Así, el autor portugalujo reedita su libro La muralla de la Villa de Plencia, con más información de la que salió en la publicación de 2005, añadiendo datos inéditos, para descubrir a los lectores más secretos de esta muralla, cuyos restos aún se levantan en la localidad de Uribe Kosta.

Como él mismo apunta en su investigación, "es muy posible" que la fortificación se empezara a construir a partir de la fundación de la villa en 1299. "Siempre fue una muralla de corta extensión, y de poca entidad, es decir, de escasa capacidad defensiva. La muralla plenciana tenía más bien una función simbólica: diferenciaba el exterior, la Tierra Llana, del interior, una villa con muchas libertades gracias al fuero de Logroño que le concedió Diego Lope de Haro, el fundador de Bilbao", explica González. Sus indagaciones también constatan que "tenía cinco portales: la Puerta de Santa Bárbara, la Puerta de la Ribera, la Puerta de la Concepción, la Puerta de Artecalle o de Castillao, y la Puerta de Santiago, única que se conserva hoy día, que parece de finales del siglo XV". Asimismo, el historiador asegura que "es muy posible" que junto a la Torre de los Butrón -actual Torre Barri- se erigiera otra apertura. "Yo la he denominado Puerta de Butrón, pero admito que por ahora no he logrado documentarla", reconoce.

En la reedición de su libro, que se va hasta el doble de páginas que el anterior (llega a las 220 con más documentación, más fotos antiguas y modernas y más planos y grabados antiguos), González aporta, además, que "a partir del siglo XVIII, las casas fueron adosándose a la muralla, al perder esta su función defensiva. No obstante, varios lienzos de la muralla perduraron hasta el siglo XIX; de hecho, hay tramos documentados en fecha tan tardía como 1866". Todos estos datos son fruto de una investigación en la que este jarrillero se ha sumergido durante un año y tres meses. El Archivo Histórico Foral, el provincial, así como el de Plentzia han sido algunas de las muchas fuentes que ha consultado este experto en muros defensivos, que ya ha publicado libros sobre las construcciones de Bermeo, Orduña, Elorrio, y Portugalete, entre otras. "Creo que es necesario decir que el Archivo Municipal de Plentzia aún debe conservar muchos documentos sobre la muralla, que espero que algún historiador futuro saque a la luz", destaca.

Pero la muralla de Plentzia, y en concreto, la puerta de Santa Bárbara, ya fueron objeto de análisis y un posterior libro por parte de Pablo Amores en diciembre de 2017. Este trabajo también habla sobre la Puerta de Santiago y sobre el Torreón de Goienkale, sede actual del Museo Plasentia de Butrón, "que fue construido en 1562, gracias a la donación que dejó a la villa en su testamento otorgado en 1557, Martín Pérez de Plasencia (natural de Plentzia), licenciado y doctor en Cánones, Canónigo y vicario general de Alcalá de Henares".