Leioa - “Soy un poco terremoto”, asegura Itxaso Sainz de la Maza, una virtuosa del piano, una mujer creativa, trabajadora, de cálida sonrisa y amables palabras. Solo tiene 27 años y su currículo, a base de notas musicales, impresiona. Es de Leioa, municipio melódico donde los haya, y además de su actividad como concertista -en múltiples escenarios y facetas- es profesora en el Conservatorio Juan Crisóstomo Arriaga de Bilbao. Y encima, ahora está grabando su primer disco como solista.

El pasado octubre, Itxaso recibió en Barcelona el Premio de la Crítica en el Concurso Primer Palau, organizado por la Fundación Orfeó Catalá, en el que participan cada año algunos de los grandes jóvenes talentos del Estado. Este prestigioso galardón se suma a los muchos que acumula esta leioaztarra que con 8 años empezó posar los dedos en esas teclas blancas y negras. “Mis padres me apuntaron a música, porque ellos sí que son muy melómanos, y casi sin querer, me empecé a enganchar muy rápido. Mi hermano es un poco mayor que yo y tocaba el piano y mi madre veía que yo siempre iba a él y sacaba las canciones de oído. Yo, en realidad, quería tocar la flauta, pero mi madre vio que tenía facilidad para tocar ese instrumento y me animó con él”, rememora Itxaso. Desde entonces, su vida ha seguido los compases de una escala musical. Realizó sus estudios superiores y el Máster en Interpretación del piano en la Escola Superior de Música de Catalunya (Barcelona) y los terminó con matrícula de honor. Posteriormente, se trasladó a Suiza, donde cursó el Master Performance en piano y música de cámara. “Primero, estuve estudiando cinco años en Barcelona y después, en Suiza estuve casi tres. Las dos etapas fueron muy intensas, porque una carrera musical es muy dura y requiere de muchas horas: hay que estudiar todos los días a tope, pero he aprendido muchísimo; Barcelona es una ciudad enorme con mucha oferta cultural, muchos conciertos, muchos artistas? Y eso me daba muchos estímulos. Y luego, Suiza es otra realidad cultural, allí la música está más potenciada y cuenta con más inversión. Allí escuché a muchas orquestas, músicos famosos... Y eso te enriquece”, admite.

Triunfar A continuación, Itxaso se enfrentó al mundo profesional. Allí se mueve ahora como pez en el agua. La música es su banda sonora laboral: actúa como solista, como acompañante, es profesora? “Me gusta más tocar con gente, me va mucho el trabajo en equipo”, apunta. Y así, subida en incontables escenarios vive de la música y la música es su vida. “Desde fuera, puede parecer que es difícil encontrar trabajo, a mí me han hecho muchas veces ese comentario, incluso profesores del instituto, pero yo estoy viendo otra realidad. Tengo muchísimo trabajo. A ver, creo que tienes que ser creativo, estar reinventándote continuamente, abrirte puertas? Porque es cierto que el prototipo de pianista que da conciertos no funciona, porque está solo al alcance los números uno. Pero si eres polifacético y flexible puedes encontrar trabajo”, defiende la leioaztarra. Y ella, como es “un poco terremoto” ha conseguido meterse ahí. “Me gusta no estar quieta, que a veces, puede ser un fallo, pero yo me apunto a un bombardeo, me gusta probar muchas cosas y hacer de todo”, confiesa.

Ahora, además, se mueve entre la música clásica y el jazz. De eso va su primer disco. “Estoy grabando con unas composiciones de Javier González Sarmiento, que es un profesor de Musikene. Son 24 preludios para piano en los que fusiona música clásica y jazz”, explica Itxaso, que disfruta con esta experiencia y también con su faceta como profesora. “He empezado este curso. Es otro mundo, pero me encanta. Es una gran responsabilidad; nosotros damos clases individuales, lo cual es muy positivo, e intento sacar el máximo provecho de cada alumno. Creo que es un trabajo difícil, pero precioso”, destaca Itxaso. Imparable.