Las historias sobre cómo nacieron los chipirones en su tinta son muy curiosas. De hecho, el origen de añadir la tinta del calamar al guiso ha sido objeto de estudio por parte de muchos gastrónomos. En principio, la tinta es tóxica, pero alguien descubrió que esa toxicidad desaparece con el calentamiento. Hay autores que atribuyen el comienzo de su uso en akelarres de brujas y conjuros. También se cree este plato fue traído por los navegantes vascos que viajaban a Filipinas. Algo que realmente puede cuadrar porque es partir del siglo XVIII cuando aparece la receta en varios libros, y cuando empiezan a aparecer otras preparaciones con tinta de calamar en la gastronomía española, como los arroces negros catalanes y de la zona de Levante. El caso es que los chipirones en su tinta son una receta indispensable de la cocina vasca y más aún de la getxotarra, en especial, de la de Algorta, porque en torno a este plato se cuece un día de lo más querido y festivo para los vecinos de este barrio de Getxo al calor de las celebraciones de San Ignacio.

Por eso, el concurso de chipis envolvió ayer la plaza Biotz Alai de atmósfera amable, alegre y de buen rollo en un momento en el que todo Algorta, incluso en el mar, respiraba actividad, con el XXIV Cross de Kantxa Kirol Moda, la XVI Bandera de Getxo de Traineras o el concurso de tortillas para las cuadrillas. Pero el aroma predilecto ayer era el de los chipirones en su tinta. 25 cuadrillas se pusieron a elaborar este exigente plato desde las 8.30 horas para presentar las cazuelas a concurso sobre las 13.30 horas. “He picado tanta cebolla?”, contaba entre risas una de las integrantes del grupo Houston tenemos un problema. Y es que claro, ponerse a preparar comida para los “veintitantos” que se juntaban a la mesa no era tarea fácil. Y porque además de los chipis, en esta cuadrilla tenían bacalao, tortillas, pimientos? Vamos, que nos les faltaba de nada. “Los chipis, al final son la excusa para disfrutar de un día con un ambiente muy sano, que no se parece al de Paellas, por ejemplo”, consideraron estos amigos, que también valoraron el ingrediente social de este certamen: “Saludas a uno, a otro, te tomas algo con ellos?”. Y luego, si ya encima se obtiene un buen puesto en el concurso? “Un año quedamos primeros, ¿eh?”, sonreían en Houston tenemos un problema. Mientras tanto, los de Kantauriko Txirlak eran algo más conformistas: “A ver si conseguimos comer y hacer amigos”, decían en tono jocoso. Finalmente, los tres primeros clasificados fueron: Potxiron, Aldapako gautxoriak y Los txipis.

Pero también estaban de buen humor los amigos que pusieron el nombre de Zorionak Ane a su plato. Dos de ellos viven en Alemania y desde hace cuatro años regresan a casa para participar en el concurso de chipirones. Una actividad que se desarrolla gracias al esfuerzo de la comisión de fiestas de Algorta, que está formada por menos de diez personas. “Es laborioso organizar todo, cuesta mucho”, admitía Aimar González de Mendibil, uno de sus integrantes.