Leioa - Sin hablar, Solitudes dice mucho. Lo podrán escuchar quienes se acerquen el próximo viernes (20.30 horas) a Kultur Leioa. Esta obra de teatro de máscaras, que silencia las palabras y firma Kulunka Teatroa, ha cautivado a público y crítica en rincones insospechados, como pequeñas salas de Italia y Finlandia, incluso. Ganadora de dos premios Max, es una de las propuestas más destacadas de la programación cultural de este semestre en Leioa.

La aparente simple historia de un hombre viudo, narrada a través del humor, depara metáforas y reflexiones acerca de las relaciones humanas, la necesidad de afecto, la incomunicación y en qué medida los prejuicios son capaces de imposibilitar la felicidad de otras personas y por supuesto la de cada uno. Se trata de un espectáculo distinguido con el Premio Max al Mejor Espectáculo Teatral y Mejor Composición Musical y con el reconocimiento del Festival Be Birmingham como Mejor Espectáculo del Festival, así como poseedor de uno de los premios de Ojo Crítico de RTVE.

Son múltiples las buenas palabras que acompañan a esta obra por parte de la crítica. Por ejemplo, Javier Vallejo, en las páginas de El País, valoraba “la elocuencia del gesto, frente al teatro del bla, bla, bla”, destacaba que “más vale un silencio que mil palabras en esta comedia agridulce sobre los estragos de la soledad” y apuntaba: “Garbiñe Insausti, José Dault y Edu Cárcamo, sus intérpretes, son más conocidos en Shanghái o en Los Ángeles, donde el año pasado -por 2017- ganaron los premios del Drama Critics Circle a la mejor actuación de conjunto y a la especialidad mejor desarrollada (teatro de máscaras)”.

Aldo Ruiz, mientras tanto, en su espacio Elteatrero sostiene que “Kulunka Teatroa ha creado una obra bellísima y llena de poesía que habla de la soledad y de la amargura que se siente al no ser comprendido. Iñaki Rikarte realiza una puesta en escena magistral sustentada fundamentalmente en la hermosísima música original de Luis Miguel Cobo y en la actuación sobresaliente de los tres actores”.

Así, el protagonista de Solitudes es un anciano que se siente incomprendido porque su vida es prácticamente una espera y ya sólo desea cosas sencillas. Cosas tan simples, que los demás no llegan a valorar su verdadera importancia. Un viaje por universos cotidianos que, combinando la gravedad con la sonrisa, conmueve, sorprende e invita a la reflexión. - M. Hernández