Como si de una lonja en un barrio cualquiera de Bilbao se tratara. El fondo de inversión Angelo Gordon, propietario de la Torre Bizkaia, la ha puesto a la venta tan solo tres años después de adquirirla a su anterior propietario, el BBVA.

Este futuro cambio de titular del rascacielos de 88 metros de altura que se enseñorea sobre la plaza Circular no va a afectar la presencia de la tienda de Primark que tiene comprometido el alquiler durante 30 años de la planta baja y de los cinco primeros niveles.

Tampoco del Centro Internacional de Emprendimiento de Bizkaia (CIE) que la Diputación Foral tiene intención de inaugurar en setiembre próximo para albergar en ocho plantas del edificio firmas punteras en innovación y nuevos negocios que reactiven la economía del futuro del territorio. Además, el ente foral también tiene previsto trasladar varias sedes de sus departamentos desperdigadas por diferentes zonas de la villa. Las consultoras inmobiliarias CBRE y JLL son las responsables de gestionar una operación que, según apuntan desde El Economista, podría rondar los 150 millones de euros.

Plusvalía

Una cantidad muy jugosa y que le puede otorgar una importante plusvalía al fondo de inversión de origen norteamericano si tenemos en cuenta que compró el rascacielos en 2018 por un montante que rondó los 100 millones de euros. De todas formas, Angelo Gordon no va a ganar 50 millones de euros limpios. Hay que tener en cuenta que desde que en setiembre de 2018 adquirió la Torre Bizkaia, el edificio ha sido restaurado y modernizado para albergar sus nuevos inquilinos. Una renovación que ha sido integral con fachada y reposición de vidrios originales incluida, que podría haber elevado su costo a cuarenta millones de euros.

Según fuentes inmobiliarias consultadas, la transacción no se demorará mucho en el tiempo ya que hay interés en el mercado por un edificio como este con un futuro, en cuanto a inquilinos pagadores, más que asegurado.

De esta forma el fondo Angelo Gordon se va a deshacer de la principal inversión que ha efectuado desde que aterrizó en el Estado en 2014 con la adquisición del edificio de Gran Vía 30, en Madrid, que curiosamente también vendió posteriormente.