Está en Bilbao, pero no esconde su vocación internacional a pesar de no poder moverse. Imposible hacerlo porque es un edificio entero; cinco plantas dedicadas en cuerpo y alma a promover proyectos innovadores que aporten soluciones a los retos del futuro. A los de Euskadi y a los del mundo entero. Al menos a los conocidos: la crisis climática, las tecnologías disruptivas y la inteligencia artificial, el envejecimiento de la población, las migraciones humanas, la transformación de las ciudades, el modelo de consumo,€

Incluso le han puesto nombre: BBK Kuna, porque allí nacerán ideas y crecerán proyectos integrales y sostenibles, justos e igualitarios. Esa es, al menos, la intención de esta Casa de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), un centro pionero que aspira a ganarse un hueco entre otros espacios de referencia internacional, con investigación aplicada a la transformación social, la participación del barrio, y trabajo conjunto de todos los agentes de la sociedad: ciudadanía, universidades y centros de investigación, administración pública y empresa privada.

Y es que el consenso, las alianzas entre instituciones, empresas y el Tercer Sector son y serán esenciales para buscar y encauzar respuestas eficaces a ese catálogo de desafíos, tal y como enfatizaron los padrinos de esta iniciativa durante la jornada de puertas abiertas celebrada este lunes. Cierto es que la pandemia ha traído nuevos desafíos y ha agudizado otros, poniendo patas arriba el sistema y desbaratando algunas victorias peleadas durante décadas: igualdad, pobreza, hambre,€

RETOS Y OPORTUNIDADES

Pero también lo es que, como subrayó el lehendakari Iñigo Urkullu, que "las situaciones complicadas son también una oportunidad para encontrar caminos nuevos". Esa es, precisamente, una de las aspiraciones de BBK Kuna, que suma ya las opiniones, experiencias e ilusiones de 83 entidades comprometidas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) acordados por Naciones Unidas en 2015 en el marco de la Agenda 2030.

Dicho pronto y rápido, los ODS son un conjunto de estrategias (17) para erradicar la pobreza, proteger el planeta y garantizar que todas las personas del mundo sin distinción gocen de paz y prosperidad. Eso sí, cada una de esas acciones (en el caso de Euskadi una más, consagrada al euskera) engloba más parcelas. Y es que este espacio innovador, localizado en el corazón del botxo, es como una caja de herramientas relucientes dispuestas para arreglar los desaguisados fabricados por el ser humano.

Al menos intentarlo, pero haciéndolo de un modo más sano y poniendo en el lugar que se merece al valor de lo compartido en detrimento de la ganancia pura y dura. O, como defendió el presidente de BBK, Xabier Sagredo, promoviendo "la competitividad sostenible". Es decir, un modelo económico basado en una competitividad justa, que apueste por la innovación, el talento y el humanismo a partir de criterios medioambientales. Una hoja de ruta necesaria en todos los estratos sociales porque, según recordó: "ignorar el futuro no es una opción".

Iniciativas como BBK Kuna "van a ser un revulsivo en la búsqueda de respuestas integrales a necesidades globales", valoró el lehendakari. La Casa de los ODS -que se endereza imponente desde hace más de un siglo en Urazurrutia- nace como centro de emprendimiento para impulsar proyectos innovadores en materia de iniciativa social dirigidos a plantear soluciones a necesidades sociales acordes al siglo XXI. Y no perderá el tiempo en esta lucha contra el reloj. "O nos hundimos o salimos a flote", redondeó Sagredo después de haber conversado con Bihar la chica cuyo rostro embarrancado en la Ría mira al cielo, pero sobre todo a las conciencias de cuantas personas posan sus ojos sobre ella.

ALINEADOS CON EL PROGRESO

Una circunstancia especialmente necesaria en el presente después de los momentos de incertidumbre que ha propiciado la pandemia "y que ponen de relieve la necesidad de contar con instrumentos apropiados que nos permitan detectar las nuevas crisis y construir escenarios futuros", apostillaban desde BBK Fundazioa. Y todo sin dejar a nadie atrás; porque de eso trata el progreso. La casa de los ODS es un nuevo espacio donde, siguiendo las líneas maestras diseñadas por la ONU, "se trabajará con empresas, universidades, personas y organizaciones para dar respuesta a los retos que se nos presentan como sociedad, como por ejemplo, el desempleo, la igualdad de género, el desarrollo de las industrias, la sostenibilidad...", insistió Sagredo durante su intervención.

No en vano, y más allá de palabras tan sonoras como cogobernanza o gobernanza compartida, en BBK Kuna prefieren hablar de la participación social, una de las bases de esta iniciativa que resitúa a Euskadi en el pelotón de las comunidades europeas más avanzadas. Los distintos proyectos que germinan en este espacio se desarrollarán de manera conjunta, contando con todos los agentes de la sociedad a través de diferentes planes de socialización, describían sus promotores.

Así, se abre ante la comunidad vasca la oportunidad de entrar con paso decidido, ilusionante y ambicioso en ese selecto grupo de las llamadas sociedades más avanzadas del continente europeo -y de otros puntos del planeta- que siempre son miradas con atención y puestas como ejemplo. Por eso, como dejó sentenciado Sagredo, la Casa de los ODS "es un proyecto de país".

El 57% Solo un dato aportado este lunes por el propio Sagredo extraído del primer diagnóstico elaborado por el Observatorio de BBK Kuna relativo al cumplimiento de la Agenda 2030: Euskadi está entre los diez primeros Estados miembros de la UE en más de 57% de los indicadores que dan contenido a ese documento acordado en el seno de Naciones Unidas en 2015. Ese mismo espíritu del consenso y de mejora fue también enarbolado por el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, quien apeló a la fuerza oculta de valores sociales compartidos (individuales o colectivos) como el respeto y la solidaridad para tejer una base sólida que facilite la toma de decisiones y acciones.

"Este reto global sostenible nos atañe a todos y depende de todos", sostuvo el primer edil, quien insistió en que los valores que sustentan los ODS "son el motor de la ciudad para que ideas e iniciativas que nazcan de proyectos como Kuna aporten al mundo". En este sentido, el alcalde presumió de la incorporación a las políticas municipales de la Agenda 2030 y destacó la Carta de Valores, el documento made in Bilbao que contribuye a enmarcar actuaciones personales o grupales -ya sean de carácter municipal, empresarial, asociativo,...- sobre la base de la justicia social, la igualdad y la solidaridad, la inclusión, la sostenibilidad, la creatividad o la identidad, entre otros más.