ARRANCA la temporada de setas y con ella, los aficionados a la micología pueden empezar a disfrutar del campo cesta en mano. Sin embargo, además de con ilusión, los apasionados de la recolección de estos hongos con forma de sombrilla deben empezar la temporada seguros de lo que cogen. "Es muy importante que siempre que recolectemos setas estemos seguros de lo que hemos cogido, ya que el riesgo de intoxicación es alto y, a veces, con consecuencias muy graves", alerta Álvaro Chirapozu, jefe de sección de Inspección Alimentaria y Zoonosis del Ayuntamiento de Bilbao.

Chirapozu forma parte del servicio de identificación de setas que el área de Salud y Consumo del Ayuntamiento de Bilbao ha puesto en marcha un año más. Esta temporada los aficionados a la micología podrán resolver todas sus dudas en el Centro Municipal de Castaños los primeros días de semana hasta el 29 de noviembre de 9.30 a 10.30 horas.

Yolanda Díez, concejala de Salud y Consumo del Ayuntamiento de Bilbao, presentó ayer miércoles el servicio de identificación de setas. "Animo a que la gente que vaya los fines de semana a coger setas, si tiene alguna duda, venga a este espacio donde se resolverán", señaló Díez.

Se trata de un servicio gratuito que el año pasado atendió 165 consultas de 56 personas, mientras que en 2019 las consultas recibidas fueron 256 y las personas usuarias 119. A diferencia del pasado año, esta temporada, con la situación sanitaria más estabilizada, se atenderán todas las consultas sin necesidad de cita previa.

Chirapozu señaló ayer miércoles que "el objetivo fundamental (del servicio) es evitar intoxicaciones como consecuencia de la afluencia masiva de la recolección de setas que no siempre se da con la preparación adecuada".

Distinguir una especie tóxica de una comestible va más allá de comparar con una foto. "A veces la gente tira de manual o de internet y es muy difícil con una sola fotografía o con la información de las webs saber si una especie es o no peligrosa; hasta los que tenemos experiencia y conocimientos nos cuesta con solo una foto", señaló. "Hay que tener mucha experiencia y la foto tiene que ser muy buena para poder identificar una seta través de una imagen", explicó el experto.

"No existen reglas generales, cada seta es particular y hay que saber cuáles son las tóxicas, sobre todo eso, saber diferenciar las peligrosas lo primero", añade. "Lo fundamental es que cada seta hay que reconocerla como lo hacemos con cada fruta; no confundimos una ciruela con un melocotón, tenemos que hacer lo mismo con las setas", destaca.

una diferencia mínima

Para identificar si una seta es comestible hacen falta, practicamente, los cinco sentidos. "Si no tienes una experiencia previa de recolección de coger la seta, de tocarla u olerla es muy difícil identificar su toxicidad", explicó. "A veces la diferencia entre una tóxica y una comestible es muy pequeña", apuntó.

En lo que a las especies que podemos encontrar por las zona de recolección de setas respecta, Chirapozu señaló que "tenemos por desgracia casi todas las tóxicas que se encuentran en la zona europea". Una de las variedades más comunes y peligrosas en los bosques vascos es la Amanita Phalloides, que es un ejemplar venenoso y muy fácil de confundir con algunas comestibles. "Es una seta que nos podemos encontrar muy frecuentemente en todo tipo de bosques y, por desgracia, si no se conoce, el consumo de estas setas trae consecuencias graves y a veces mortales", destacó. Asegura que esta seta es una se las más peligrosas, además de por ser tóxica porque atrae a los aficonados a la micología ya que "no es una seta desagradable, al contrario es una seta bonita, no huele mal y no sabe mal".

recomendaciones

Para que el servicio se desarrolle de la manera más efectiva, se recomienda que sea la persona recolectora quien acerque las especies recogidas al servicio de identificación. De esta manera, los expertos podrán recibir información sobre el hábitat y el entorno de la mano del recolector. Asimismo, aconsejan trasladar varios ejemplares de cada especie, desenterrados con el pie completo, sin cortar y sin mezclar.

Según explican, es preferible que las consultas se hagan, como máximo, dos días después de la recolección y que los ejemplares se guarden fuera de bolsas de plástico en la parte baja del frigoríficos, extendidos y cubiertos con un trapo limpio y seco.

No es recomendable, según indican los expertos, lavar ni congelar los ejemplares antes de su identificación ya que pierden gran parte de su color y aroma natural, lo que hace más complicado determinar si es o no comestible.

Además de esto, desde el área de Salud y Consumo del Ayuntamiento de Bilbao aconsejan que se recolecten únicamente ejemplares sin agusanar.

"Siempre que haya una mínima duda con las setas acudir a este servicio es fundamental"

Jefe de Inspección Alimentaria del Ayto.