La innovación mezclada con la economía circular, el reciclaje y la reutilización genera matrimonios curiosos y Euskal Trenbide Sarea (ETS) está oficiando de maestro de ceremonias en uno de ellos. El gestor ferroviario vasco está llevando a cabo una prueba piloto en la que está utilizando las escorias que se generan en la producción de acero para utilizarlas como base de las vías ferroviarias que despliega por Euskadi, lo que se conoce en el sector como balasto.Este material por lo general lo constituye grava o pequeñas piedras procedente de cantera que en pequeño tamaño se extiende por debajo de las traviesas y los rieles para asegurar la estabilidad de los trenes en circulación.

Ahora, en un programa bautizado como Birbalas, un consorcio de empresas se han implicado en aprovechar unos restos siderúrgicos que hasta ahora acababan en los vertederos sin uso alguno en unas cantidades que rondan las 400.000 toneladas en el País Vasco. Se trata de un árido procedente de la acería de horno de arco eléctrico que valorizado adecuadamente puede tener una segunda vida.

La prueba piloto se lleva a cabo en un tramo de la red ferroviaria de ETS a su paso por el municipio de Derio. Los técnicos han extendido este material para analizar “la viabilidad técnica y de mercado para el empleo de este producto en el sector ferroviario considerando sus especificaciones sostenibles y medioambientales”, indicaron fuentes de ETS. Las pruebas que se están llevando a cabo también impulsarán “una gestión inteligente del mantenimiento preventivo del balasto, así como la generación de nuevos materiales para sustituir el balasto tradicional”, aseguraron.

Estas escorias son un residuo que se obtiene como subproducto del proceso de fabricación del acero en las acerías de horno de arco eléctrico. El resultado final es consecuencia primero de una fusión de las materias primas en horno de arco eléctrico, y después de afino del baño fundido que finaliza en el horno de cuchara.

En el programa Birbalas, además de ETS, están implicadas las empresas Tecnalia, Sidenor, Elinfe, Saitec y Comsa, y cuenta con ayudas financieras del programa Hazitek del Gobierno Vasco.