Las chicas y los chicos tienen una visión muy diferente del modo de vida de los profesionales relacionados con la Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemáticas (STEAM). Los estereotipos de género influyen también a la hora de elegir las profesiones, de manera que en el futuro se ven trabajando en este campo un 46,9% de los chicos y un 29% de las chicas. Esta es una de las conclusiones del estudio presentado ayer lunes por el Ayuntamiento de Bilbao y la Fundación Elhuyar para fomentar las vocaciones en profesiones relacionadas con estas materias entre estudiantes de Bilbao. El concejal de Desarrollo Económico, Comercio y Empleo, Xabier Ochandiano, puso énfasis en la necesidad de informar a los más jóvenes porque "las vocaciones se fomentan a edades muy tempranas". Garazi Andonegi Beristain, coordinadora de la Unidad de Ciencia de Elhuyar, añadió que "hay otros factores que influyen en esa definición, como el ámbito familiar, personal, social y educativo e incluso el contexto económico.

El informe recoge las respuestas de 1.029 jóvenes de Tercero y Cuarto de ESO de catorce centros educativos de la villa. El 47,9% de las participantes fueron chicas; el 48,4%, chicos, y el 3,7% ,"no binarios", según precisó Ochandiano.

Los resultados muestran, en general, que el conocimiento de la actividad STEM en Bilbao es bajo y que las chicas tienen una menor vocación científico-tecnológica que los chicos.

Las conclusiones del trabajo indican que "los estereotipos tradicionales de género influyen en el interés" de los jóvenes por los temas, y la ciencia y la tecnología ocupan un espacio "limitado" entre los múltiples temas de interés para las chicas, mientras que tienen "gran presencia" en los intereses de los chicos.

Según el estudio, los estereotipos de género influyen también a la hora de elegir las profesiones. Las chicas seleccionan, sobre todo, profesiones relacionadas con la enseñanza y las ciencias de la salud, mientras que los chicos optan por temas relacionados con la tecnología. El grado de interés por las asignaturas "es bajo, en general. El mayor interés de las chicas se centra en el arte y la biología, y el de los chicos, en la informática y la tecnología", concluye el informe.

Difícil de entender

El estudio señala que uno de los motivos de este bajo número de matriculaciones en grados de ciencias, tiene que ver con la percepción que la ciudadanía tiene de esta materia, que se percibe como algo "muy difícil de entender", y de la que se considera que sus únicas salidas son la investigación y la docencia.

En el futuro se ven trabajando en el área STEAM un 46,9% de los chicos y un 29% de las chicas, según el estudio, explicado por Andonegi. Ochandiano destacó que pese a que las competencias STEAM serán indispensables en el 80% de los empleos del futuro, las proyecciones de las aspiraciones profesionales actuales de la juventud no concuerdan con las necesidades existentes, y en el caso de las chicas la situación es especialmente grave.

"Diversos estudios internacionales ya han reflejado el bajo interés por la ciencia y la tecnología, y Bilbao no es un caso diferente", confesó el concejal para quien en un momento en el que la villa está construyendo la denominada Isla del Talento en Zorrotzaurre y trabajando por ser ciudad universitaria, "es necesario dar pasos para cubrir los perfiles que la nueva sociedad demanda".

En corto

Vocación científica. El 43,1% de chicos de 14 a 16 años muestran interés por trabajar en ese campo, mientras que el porcentaje se reduce al 24,6% en el caso de las chicas. Junto a ello, se ven realizando su labor en el sector científico, por grado de competencia, un 46,9% de chicos, un 29% de chicas y un 26,3% de quienes no se autoperciben como hombre ni como mujer y que están incluidos en la catalogación de género no binario.

Campo de trabajo. El informe realizado por Elhuyar y el Ayuntamiento de Bilbao recoge las respuestas de 1.029 jóvenes de Tercero y Cuarto de la ESO de catorce centros educativos de la villa, el 47,9% de los cuales han sido chicas, el 48,4%, chicos y el 3,7% no binarios. Es el cuarto informe realizado desde 2018.