Dijo que en enero se presentaría un segundo plan Bilbao Aurrera. ¿Podría adelantar alguna medida?

—Hemos entendido que esta situación no está superada y que entramos en el 2021. Hemos querido deslindar lo que era la negociación presupuestaria del Bilbao Aurrera. Nosotros intentamos ensanchar esa mayoría que tenemos. Tenemos que intentar trabajar por un acuerdo de todos otra vez. Ya hemos presentado el documento con iniciativas muy en la línea de lo que hemos trabajado en 2020. Por respeto, permítame que no adelante ninguna.

Cómo se explica que con menos ingresos de impuestos y de Udalkutxa no se recorten servicios y además se aprueben medidas extraordinarias. ¿De dónde sale el dinero?

—Es muy difícil. Nos gusta trasladar eso de no podemos gastar más de lo que tenemos y ahí quiero hacer llegar un mensaje de confianza a la ciudadanía. Nosotros hemos hecho un presupuesto responsable, riguroso y sostenible para dar respuesta a la situación de dificultad que estamos viviendo. 585 millones de euros. Teníamos dinero ahorrado y hemos cogido de esos ahorros para hacer frente a esta situación. Sin ese dinero estaríamos en una situación de dificultad porque tendríamos 23 millones menos. Hemos puesto por delante de todo eso a las personas, las más vulnerables, los barrios, los servicios públicos. Si añadimos el impulso a la actividad económica, está el grueso de nuestro presupuesto. A veces en esos tiempos de dificultad hay que ser un poco anticíclico. Si recortamos la inversión no generamos actividad. Y seguimos sin endeudarnos.

A pesar de la situación hay gente que reclama la ejecución de proyectos en sus barrios que han pasado de legislatura en legislatura como el caso del soterramiento de Zorrotza. ¿El papel lo aguanta todo pero la realidad se impone?

—Hoy (por el miércoles) acabamos de celebrar una junta de gobierno y hemos aprobado el convenio con Adif por 24 millones de euros para el soterramiento de Zorrotza. Esto ya no tiene retorno. Es mirar con ilusión un proyecto que efectivamente ha ido apareciendo y desapareciendo. En este mandato vamos a ver las obras iniciadas. También el lunes dimos paso al proyecto del Museo de Bellas Artes. Se trata de ir ofreciendo buenas noticias para generar confianza e ilusión.

Uno de sus retos como alcalde ha sido mejorar la accesibilidad. Eso está en marcha, ¿cuál es ahora su objetivo?

—La accesibilidad es enormemente importante. Ahora que tengo que andar con dos muletas compruebo la faena que es una mala accesibilidad. Se ha hecho mucho y es bueno mirar atrás y verlo, y queda mucho por hacer. Además, me preocupa mucho la cohesión social. Tenemos que mantener el equilibrio entre una actividad económica pujante y la cohesión. Zorrotzaurre y Punta Zorrotza nos aparecen como elementos fundamentales. Además, hay dos colectivos en los que tenemos que fijarnos. Por un lado, tenemos que hacer una ciudad atractiva para los jóvenes. Nuestra juventud tiene que tener proyecto y para eso tiene que tener un empleo de la máxima calidad que le posibilite independizarse y en ese sentido me preocupa la demografía porque como otras ciudades de Europa, Bilbao es una ciudad que ha envejecido. La otra cuestión son las personas mayores, que es algo que está en relación con la accesibilidad, pero también con los cuidados. Y luego la generación de empleo.

¿Qué mensaje quiere trasladar a la ciudadanía en estas fechas?

—El primero, un mensaje de agradecimiento porque a pesar de las dificultades enormes, de las situaciones trágicas, están sabiendo responder a esta realidad. También un mensaje de compromiso. Necesitamos mantener la tensión porque está en juego la salud y la vida. Por eso quiero apelar a su responsabilidad y respeto a las normas. Vamos a salir de esta situación, no es una frase hecha. Creo que en 2021 vamos a estar mejor, vamos a superar la pandemia en una ciudad con presente y futuro.

"Necesitamos mantener la tensión porque está en juego la vida; por eso apelo a la responsabilidad"

"Ya hemos presentado un nuevo documento con un segundo plan Bilbao Aurrera para 2021"