EL comercio es vida y es el latir de una ciudad. Y ese sentir por la continuidad quedó el juevespatente en la undécima edición de la Pasarela de Bilbao, impulsada por BilbaoCentro y con el apoyo de DEIA. "La situación es convulsa pero estamos cargados de ilusión", aseveró el gerente de la entidad organizadora, Jorge Aio, reseñando que están "dispuestos a trabajar porque el trabajo es importante para el futuro de los comercios".
Y dando visibilidad al sector de la moda se ofrece la posibilidad de contemplar de cerca cómo es la calidad de los estilos que hay en Bilbao con "diseños" de altura. Xabier Otxandiano, concejal de Desarrollo Económico, Comercio y Empleo, subrayó que "Bilbao es una gran ciudad de compras" y desde su departamento se ponen a disposición de los comercios "todos los recursos que están a nuestro alcance".
Una apuesta por un Bilbao con futuro: Pablo Viñas
El espacio Yimby de Ercilla se convirtió en la añorada Gran Vía para acoger un desfile virtual y físico, en una cita en la que se reconoció la trayectoria del diseñador Carlos Díez que no pudo asistir a recogerlo por motivos laborales. Parte de las propuestas se mostraron a través de un vídeo proyectado en una gran pantalla mientras que un modelo completaba el pase de cada una de las tiendas de manera física. Galería 8360 fue la primera en ofrecer sus propuestas con un juego de volúmenes que ofrecían sensación de comodidad para el día a día. Esta premisa fue también en la que se basaron otros comercios que apostaron por prendas que hagan más fácil el movimiento sin olvidar en ningún momento los aires de elegancia. La sofisticación en los diseños femeninos estuvo representada por firmas como Claudia Moran u Otherlife.
Una de las más arriesgadas fue Sweety Glory que paseó por la pasarela looks con aires rockeros. En esa línea sorprender a más de uno se mostraron los diseños de Ambali donde las transparencias insinuantes ganaron terreno, con opciones para lucir por la noche de Bilbao. Aunque si hubo diseños que asombraron fueron los de The Extreme Collection con abrigos y chaquetas con toques muy llamativos.
Las opciones masculinas no faltaron en esta cita donde se volvió a poner de relieve la percha de los bilbainos. Trajes con líneas muy definidas, abrigos o chaquetas clásicas volvieron a la pasarela de la mano de tiendas como Suitman o Derby Gardeazabal. Y la moda infantil la representó Boboli con prendas para los más pequeños de la casa para ir al colegio, disfrutar de su tiempo libre, subirse a los columpios o subirse a un árbol. Todo ello con el sello de calidad de la ropa.
Este año la pasarela se amplía a una semana en la que cinco diseñadores reconocidos participarán en encuentros digitales. Pero su contribución ha ido un poco más allá y han creado cinco diseños inspirados en la villa. Oihane Pardo, de Amamarenak, ha apostado por un diseño en el que el "estampado de la baldosa de Bilbao" cobra protagonismo mientras que el volumen es la carta de presentación de la idea de Peio Duran donde ha mezclado "las raíces de Bilbao" con la modernidad que ha ido adquiriendo en los últimos años. En esa evolución de ciudad industrial a ciudad internacional también se ha basado Anthony Sánchez con una propuesta donde "los colores están hechos a mano, inspirados en el metal".
Los "nombres" que han guiado la vida de Alberto Sinpatrón están muy presentes en su combinación de vestuario mientras que Eder Aurre ha querido "jugar con los volúmenes y las superposiciones" para diseñar "un abrigo de paño con tejidos técnicos" que atraen por su juego visual. Todas estas creaciones se podrán ver desde el lunes hasta el viernes en la sede de BilbaoCentro de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 19.00 horas.
