"No somos un sector de segunda en la crisis del coronavirus. Muchas familias viven gracias a esta profesión", asegura contundente Ana Freire, hostelera del Bar Barria de San Adrián, en Bilbao

Freire es la promotora de un vídeo que se difunde por las redes sociales en las que los hosteleros de la zona unen sus voces para mostrar su hartazgo por la situación de indefensión en la que dicen se encuentran tras el cierre impuesto por el Gobierno vasco para frenar la expansión del coronavirus en Euskadi: "Lo que vaís a conseguir es que no podamos volver a abrir la persiana", relatan en el montaje.

En el vídeo de escasos dos minutos, camareros, barmans, cocineros, personal de limpieza... relatan frente a los locales en los que trabajan cómo se sienten tras una clausura que tachan de "sin sentido". Frases como "cumplo con las normas, no tenemos culpa de esta situación o No se pueden exigir impuestos si prohíbes tener ingresos son algunas de las que se pueden escuchar o leer en la grabación.

A Ana Freire esta situación le quita el sueño. Su sueldo es el único que entra en casa y necesita trabajar para poder mantener a su familia. Ahora un mes deberá estar sin ponerse detrás de la barra del bar en el que trabajan, además del jefe, tres personas: "Es normal que el sector esté indignado. ¿Sin ingresos de qué vives? Han prometido ayudas que no han llegado. Mi jefe no ha cobrado nada. ¿Cómo le puedo exigir a mi jefe que me pague cuando él no tiene ingresos? Esto es una ruina", lanza preocupada. Y añade: "Parece que el coronavirus solo bebe alcohol".

Los hosteleros piden más soluciones y ayudas, no trabas que les impidan desarrollar sus funciones en una año que aseguran ha sido particularmente complicado para el sector en el que se mueven.