BILBAO - Actualmente el 87% de las calles de la capital vizcaina tiene fijado el límite de velocidad en 30 kilómetros por hora, pero Alfonso Gil avanzó ayer que, dado los “muy positivos” resultados observados con dicha medida -aplicada desde junio de 2018- en cuanto a reducción de ruido, accidentes y contaminación, el Ayuntamiento se plantea ahora adoptar ese límite en “toda la ciudad”.

Como primera medida de calmado de tráfico y para la mejora de la salud de la población, el Consistorio implantó el 30 de junio de 2018 la velocidad máxima de 30 kilómetros por hora en el 87% de las calles. Desde entonces, solo en 75 de las 577 vías de la ciudad se permite circular a un máximo de 50 por hora.

El concejal de Movilidad quiere hacer esta medida extensiva a las calles de Bilbao en las que todavía se permite circular a 50 kilómetros por hora. Esta excepción afectará a lo que se considera vías rápidas de la ciudad entre las que se encuentran algunas como la avenida Zumalakarregi, Autonomía o la Gran Vía.

Según destacó el concejal, reducir la velocidad a 30 por hora en Bilbao también conlleva mejorar la seguridad vial, ya que permite aumentar el campo de visión, establecer un mayor contacto visual con otros usuarios y, en caso de atropello, reduce la lesividad. Según la Organización Mundial de la Salud, en un atropello a 50 kilómetros por hora el riesgo de que sea mortal es ocho veces mayor que si se produce a 30 por hora.

Alfonso Gil, explicó que se trata de “una medida prácticamente pionera en Europa” en una ciudad de las características de Bilbao, de 41,5 kilómetros cuadrados.

Apoyo de los partidos La determinación de circular a 30 kilómetros por hora, además de cumplir con el Plan de Movilidad Urbana Sostenible firmado por todos los partidos con representación municipal, obedece a una intención de mejorar “el vector salud”. “A 30 por hora, todos los estudios dicen que hay menos partículas en suspensión en el aire. Por lo tanto, esas partículas que van a los pulmones tienen una menor repercusión sobre la salud”, constató Gil hace algo más de un año.

Esa limitación genera “una disminución de gases de efecto invernadero” y una reducción de tres decibelios respecto al ruido que produce un tráfico sin limitaciones de velocidad.

Sin embargo, uno de los aspectos fundamentales que quedaba por demostrar es lo que apuntó Gil, cuando afirmó que a esa velocidad la reducción en el número de accidentes es del 80%. Los estudios realizados durante el periodo que lleva en vigor la medida respaldan los datos, porque, según dijo el concejal, han disminuido los accidentes.

Además, la nueva movilidad que el Ayuntamiento pretende implantar en Bilbao hace necesario calmar el tráfico en toda la villa. Esto repercute en los peatones, pero también en las bicicletas que deben circular por la carretera y nunca por las aceras.

Gil no detalló en que momento se repintará de nuevo las vías para advertir de este nuevo calmado de tráfico, pero aseguró que los estudios ya se han realizado y la idea es implantarlo próximamente.