BILBAO - 10.000 pasos dan para mucho. Te permite conocer otro Bilbao más vivo y entrañable, saber de las cosas cotidianas del paseante que te acompaña. Descubrir que para muchas personas es un paliativo a la soledad y, además, llegar antes de lo que te imaginas al destino. Son algunos de los descubrimientos de las más de 300 personas que recurrieron ayer 10.000 pasos en Bilbao, 6,7 kilómetros, demostrando que la ciudad se puede pasear.

Las personas participantes recorrieron los seis kilómetros del circuito entre El Arenal y el Puente Euskalduna, y vuelta, acompañados por técnicos especialistas de Mugikon y monitores de marcha con bastones nórdicos de Nordic Walking y Euskadi Trek, que abrieron el paseo.

Paralelamente tuvo lugar la Marcha Popular en Bicicleta, una ruta de dificultad baja para pedalear con toda la familia que arrancó a las 11.30 horas también desde el paseo de El Arenal, con un recorrido circular de 12 kilómetros hasta Elorrieta.

Para dar ejemplo, el alcalde de Bilbao Juan Mari Aburto y el concejal de Movilidad Alfonso Gil realizaron la marcha en bicicleta mientras que concejales del PNV, PSE y Elkarrekin Podemos se repartieron entre ambas marchas.

Al regreso de estos dos paseos se sortearon entre las personas participantes bicicletas y equipamiento de ciclismo aportado por Orbea y Etxeondo; smartphones cedidos por El Corte Inglés; balones y equipamientos de la Fundación Athletic Club firmados por las jugadoras del primer equipo femenino y por los chicos del masculino, y cascos para la bicicleta donados por la organización Hiru Hamabi dirigida a sensibilizar sobre el Daño Cerebral Adquirido Infantil.

Este año, la asociación ha querido participar con la actividad titulada No, sin mi casco! Nire kaskorik gabe, ez!, ya que un elevado porcentaje de casos de daño cerebral adquirido es debido a traumatismos craneoencefálicos, por lo que se plantean sensibilizar a la sociedad de la importancia de la utilización del casco para prevenir estos sucesos.

Aburto se mostró muy satisfecho de la participación de la ciudadanía en la semana de la movilidad y concretamente en la jornada de ayer. En este sentido afirmó que medidas como la reducción de la velocidad a 30 kilómetros por hora en determinadas vías urbanas, impulsar el uso de la bicicleta y fomentar una movilidad “mucho más sostenible” tienen “mucho que ver con medidas concretas para la lucha contra el cambio climático”, uno de los retos que preocupan en estos momentos a la sociedad.

Uso de la bicicleta El alcalde aseguró que en los próximos años “vamos a ver que el uso de la bicicleta se va a ir generalizando en una ciudad como Bilbao, que es tan pequeña, con 46 kilómetros cuadrados, y donde hay tanto barrio alto”. “También desde el ámbito público tenemos que dar ejemplo en ese sentido”, advirtió. Para Alfonso Gil la participación ha sido “extraordinaria”. Señaló que la primera semana de septiembre se han contabilizado “50.000 usos de bicicleta públicos”, algo que “era un sueño cuando llegamos al gobierno municipal hace cuatro años”. En Bilbao existen 450 bicicletas del sistema público y su utilización ha pasado de lo 506 usos diarios a rozar ahora los 8.000 usos.

Pero no pudo disimular que la niña de sus ojos en esta edición ha sido el barco eléctrico; no en vano, este año la feria de la movilidad se ha convertido en un escaparate de las nuevas tendencias. “Ha sido la sensación de la semana”, reconocía. Por este motivo, apuesta por “aprovechar la arteria que hay en Bilbao”, en referencia a la ría. El objetivo del concejal para 2030 es tener “el 20% de nuestro parque censado en Bilbao de vehículos eléctricos”. “Somos referencia hoy en Europa, pero más allá de ser referencia queremos salud y bienestar para nuestros vecinos. Ese es el objetivo del PMUS (Plan de Movilidad Urbana Sostenible) para Bilbao, y, poco a poco, lo vamos cumpliendo”, afirmó Gil.