BILBAO - La junta de gobierno del Ayuntamiento de Bilbao aprobó ayer el proyecto de la estación provisional que sustituirá a la actual mientras se ejecutan la obras de la futura Termibus que estará lista en otoño de 2018. Los trabajos comenzarán la semana próxima y tardarán un plazo de dos meses en habilitar la nueva intermodal en el solar ubicado en los terrenos de Garellano. Los usuarios tendrán los mismos servicios de los que disfrutan en la actualidad. “Es el primer paso para iniciar uno de los proyectos más importantes de la legislatura, no solo por lo que supondrá la nueva estación sino por la cirugía urbana que sufrirá Basurto”, señaló ayer Ricardo Barkala, concejal de Políticas de Sostenibilidad y Desarrollo Urbano del Ayuntamiento de Bilbao.

El Consistorio ha adjudicado por 22 millones de euros a la UTE formada por las empresas Construcciones Amenabar y Excavaciones Viuda de Saínz la construcción de la nueva terminal de autobuses soterrada de esta ciudad, que se espera finalizar en dos años, por lo que mientras tanto se habilitará una estación provisional. Según Barkala, “algo muy extraordinario tendría que ocurrir para que las obras no cumplan los plazos”. Hay que recordar que los terrenos que ocupará la estación provisional están comprometidos para la construcción de un tercer bloque de viviendas.

Mientras tanto, todas las líneas que operan en estos momentos en Termibus se trasladarán al solar de enfrente. Excepto la línea que conecta con la Universidad de Leioa por la autopista. Como ya informó ayer DEIA, la parada de este servicio se traslada a la calle Capuchinos de manera inminente.

La estación provisional contará con 20 dársenas y un nuevo sistema operativo de asignación según llegada, frente al sistema de asignación fija actual. Con esto se pretende dosificar el espacio más reducido de la estación provisional y evitar que los autobuses generen caravanas a su llegada a la estación.

Según el concejal, “las dársena se organizarán en espina de pez y se mantendrán los mismo accesos que en el actualidad. Así, los autobuses entrarán por la calle Gurtubay y se trasladarán por Luis Briñas”. En todo caso, Barkala ya advierte de que toda esta zona va a experimentar una transformación mayúscula a lo largo de los próximos dos años por lo que pidió paciencia a los vecinos así como a los usuarios ante posibles eventualidades que “surgirán casi con toda probabilidad”, dada la envergadura de los trabajos

Los usuarios La estación provisional contará con un espacio público de acceso a autobuses y espera junto a las dársenas. En cuanto a los servicios que acogía en estos momentos Termibus y que son complementarios a la estación como la cafetería, las consignas, las taquillas, la sala de espera o la propia oficina de información, todo ello se trasladará a las plantas primera y segunda del edifico anexo que dispone la UTE Amenabar junto a la zona de dársenas.

Los usuarios accederán a los servicios de la planta primera, entre ellos las taquillas, por la parte trasera del edificio, a través de sendas rampas. Se pretende con ello minimizar las posibles afecciones a las viviendas, ya que se trata de una zona nueva habitada, un vecindario que durante estos meses va a tener que convivir con el trasiego de los autobuses así como de los miles de usuarios que cada día utilizan alguno de los transportes que operan desde la intermodal de Garellano con diferentes destinos.

El proyecto ha sido consensuado con los operadores de autobuses que a su vez buscarán el consenso en la fecha de traslado para no interferir en la operativa de los autobuses en momentos punta.

En principio, los trabajos deben estar terminados para noviembre, lo que haría posible que se produjera el traslado en diciembre. Sin embargo, este mes es junto con verano una de las época que más densidad de pasajeros registra Termibus, por lo que no parece aconsejable realizar el traslado en esas fechas. “En todo caso, será una decisión que consensuen los gestores de las líneas que operan actualmente en Termibus”, explicó el concejal, que cree que lo más factible es que el cambio se produzca una vez entrado enero.

Paralelamente está previsto que el próximo mes el pleno del Ayuntamiento de Bilbao proceda a la aprobación final del plan especial de estación definitiva.

La maquinaria ya ha echado a andar y, aunque se trata de un proyecto que ha superado más de una vicisitud económica antes de que recibiera el visto bueno, tiene ya marcada la hoja de ruta. “Será uno de los cambios más importantes que va a experimentar la ciudad en los próximos años”, concluyó el edil.