Decenas de personas se dieron cita en la ermita de San Martín de Finaga celebrar la festividad en honor al santo que lleva a cabo la Cofradía de San Martín de Finaga. S respetó alguno de los momentos clave de la jornada festiva la breve procesión en la que trasladaron la imagen del santo hasta la ermita desde una cercana casa

"Aunque sabíamos que iba a llover queríamos mantener la fiesta porque después de haberla suspendido el año pasado teníamos ganas de volver a reunirnos en Finaga", comentaban desde la Cofradía. Además habían colocado alguna carpa en la campa que rodea la ermita, por lo que más de uno se resguardó en ese escudo contra el agua y además ayudaron a asar las castañas que posteriormente repartieron y a cocinar las alubias que más tarde comieron algunos cofrades.

Sobre las 11.45 horas comenzó la procesión. Se trata de un recorrido de unos pocos metros, ya que consiste en llevar la talla desde la casa Finaga Menor hasta la ermita. Txistularis abrían el camino a los integrantes que portaban a San Martín. Posteriormente se bailó un aurresku, antes de entrar a la misa celebrada en la ermita.

Aunque se llenó, la misa se pudo seguir desde fuera a través de dos altavoces, para posibilitar que quienes se habían quedado fuera la escucharan. Mientras se celebraba la misa, fuera, a cobijo y en la carpa instalada, algunos de los integrantes comenzaban a preparar las castañas asadas, que después repartieron entre las personas asistentes al acto y que sirvieron para calentar y llenar el estómago, cuando el frío ya apretaba. Y es que hacia el mediodía el viento comenzó a soplar en Finaga y la lluvia intermitente complicó la jornada. Pero allí seguían los fieles, con ganas de celebrar su fiesta. Y es que además de las castañas, hubo valientes que se quedaron a comer allí. "Hemos preparado alubias en putxera y nos quedaremos a comer un par de cuadrillas", comentaban desde la Cofradía. A pesar de la lluvia la jornada fue un éxito. El año pasado "ya tuvimos que suspender esta fiesta y también las rogativas que hacemos en mayo, que no pudimos celebrar tanto en 2020 como las de este año debido a la situación sanitaria, y la verdad es que teníamos ganas de poder organizar este acto tan especial". Desde la Cofradía, sin embargo, también están trabajando para ver si "podemos contar con gente que nos vaya cogiendo el relevo", ya que "cuesta bastante que la gente joven se implique en este tipo de tradiciones y sería una pena que se perdiera". Por el momento, "quienes estamos ahora, hasta que podamos lo seguiremos organizando pero esperemos que se anime alguien más y colabore".

En este sentido, se trata de una festividad que han celebrado en 26 ocasiones desde que casi por casualidad, comenzaran a pensar en recuperarla. Fueron integrantes de la Cofradía de San Martín de Finaga los que, junto con el Ayuntamiento de Basauri, comenzaron a recuperar primero la ermita. En 1995 se inaugura. Durante las obras aparecen varios restos de gran importancia, de los cuales algunos pueden verse hoy dentro de la ermita, donde se hizo un gran trabajo de recuperación.

Los inicios

Una vez la ermita ya está en perfectas condiciones, se crea la Cofradía. "Decidimos crear una cofradía de una manera seria, para que de esta manera pudiera tener un recorrido y no se quedara en algo anecdótico". Tan en serio se lo toman que redactan entonces unos estatutos que "se basan en los de la Cofradía de Santa Teodosia", recuerdan los integrantes que comenzaron esta aventura. Pero no se conforman con la recuperación de la ermita de San Martín de Finaga y comienzan a dar forma a las dos fiestas que celebran en este entorno más rural; por un lado la festividad de San Martín, y por el otro las rogativas de mayo. Otro de los recuerdos que tienen y cuentan con gran entusiasmo es el de la talla del santo. "No recordamos bien cómo, pero sabíamos que un vecino de la zona de Finaga, José Izagirre, guardaba la imagen del santo en su casa desde hacía muchos años", y decidimos ponernos en contacto con él". La cosa iba ya en serio, y lo que habían ido construyendo poco a poco, "para que no quedase parado, nos comprometimos a seguir adelante". Lo hicieron "firmando una especie de documento".

De cara a mayo y tras la experiencia vivida ayer domingo, "esperamos que podamos retomar las rogativas y celebrar ese día también en Finaga". Además "como suele hacer mejor tiempo la gente se anima más, y creemos que entonces podremos retomar también hacer una comida ya popular, para muchas personas".

Normalmente, en la festividad de noviembre "solemos ir a comer una alubiada a algún restaurante de la zona, pero este año hemos decidido que no, para no juntarnos muchos en un espacio cerrado", contaban ayer domingo. También esperan poder recuperar las excursiones, ya que además de los dos actos que celebran en torno a la ermita de Finaga, la Cofradía suele organizar otros actos. Antes incluso "hacíamos viajes, varias salidas al año". Con el tiempo eso quedó en algunas excursiones de día, pero que "siempre han tenido mucho éxito, puesto que vamos a algún otro pueblo, visitamos algo y después celebramos con una comida".