El 31 de mayo de 1981, la iglesia de Andra Mari, de Igorre, fue el escenario de la presentación en sociedad de la coral Luis Iruarrizaga Abesbatza, formada en su puesta de largo por 45 integrantes -20 mujeres y 25 hombres- y que tomó el nombre en honor y en homenaje al prolífico músico y compositor arratiano: el padre Luis Iruarrizaga, fallecido en 1928 con poco más de treinta años de edad, pero que dejó un importante legado de temas sacros. Su obra sigue viva a través de las afinadas voces de una agrupación que ha alcanzado ya los 40 años de trayectoria, una destacada efeméride que estaban muy ilusionados por conmemorar. De hecho, “en septiembre del año pasado empezamos a planificar una actuación especial”, aseguran, pero lamentablemente la situación actual, aún marcada por la pandemia, “hace imposible llevarla a cabo”, aunque esperan que “cuando las normas sanitarias lo permitan, podamos celebrarlo”.

Bajo la batuta y las pautas de Miren Zubieta Egia, Luis Iruarrizaga Abesbatza cuenta hoy en día con 29 coralistas -18 mujeres y 11 hombres- “de casi todas las localidades de Arratia, con mayoría del municipio de Igorre”, precisan. Tras cuatro décadas de historia, la coral puede presumir de gozar de “una relativa buena salud, para una agrupación de sus características” y de ofrecer, antes del obligado parón a causa del covid-19, una media de 8 a 10 actuaciones a lo largo del año, “con participaciones y colaboraciones por el Día del Euskera en Igorre, la fiesta de Santa Cecilia, conciertos de Navidad en Dima y en Igorre, Semana Coral de Begoña, Certámenes Musicales, Conciertos de Primavera de la Bizkaiko Abesbatzen Elkartea, fiestas de San Antonio de Igorre, Día Coral de Bizkaia, otros conciertos organizados por la propia coral o bien como invitados por otros coros con los que mantenemos contacto”.

Parte de su rutina y de su actividad quedó, sin embargo, en stand by debido a las restricciones por la pandemia, aunque “la coral ha seguido desarrollando su actividad musical, ensayando semanalmente utilizando las nuevas tecnologías, lo que ha permitido mantener contacto entre los coralistas y seguir aprendiendo nuevas obras musicales”. La normalidad, al menos relativa, se retomó el pasado 19 de mayo ya que, adoptando todas las recomendaciones sanitarias, “hemos vuelto a realizar los ensayos de forma presencial en la Kultur Etxea de Igorre”, aunque de momento son en formato parcial, es decir, “a una hora las voces blancas (mujeres) y una hora más tarde las voces graves (hombres)”. La intención de Luis Iruarrizaga Abesbatza es recuperar los ensayos generales en septiembre, coincidiendo con el inicio de la temporada 2021-2022, siempre y cuando la situación sanitaria lo permita.

Ilusión por el futuro

La principal dificultad a la que se enfrenta a medio plazo esta agrupación coral “y en general de todas las agrupaciones corales, es el relevo generacional y el atraer a gente joven y de mediana edad a que participe y se comprometa con una actividad tan enriquecedora a nivel personal, social y cultural como es la música coral”. La incorporación de nuevas voces, sobre todo graves, aseguraría su futuro y, por ello, “animamos a todas aquellas personas que muestren un cierto interés por la interpretación de música coral, que se acerquen a la Kultur Etxea de Igorre, vean cómo son nuestros ensayos y actividades, el buen ambiente existente y se animen a participar como coralista en Luis Iruarrizaga Abesbatza”.

De momento, tanto su junta como sus integrantes mantienen “día a día la ilusión por el fomento y promoción de la cultura y en concreto por la música coral entre los coralistas y entre todas aquellas personas que acuden a nuestros conciertos”. Todo ello, a través de un repertorio “en el que se combinen las obras clásicas de música coral con obras modernas de compositores actuales, las cuales tengan una calidad musical y que resulten atractivas de interpretar para los coralistas”. Su voluntad es “retomar las colaboraciones con otras asociaciones culturales como bandas y grupos de música, grupos de danzas, músicos de Arratia, Arratiako Musika Eskola, etc.” y, sobre todo, “dar a conocer al público la gran obra musical compuesta por Luis Iruarrizaga Agirre y por sus hermanos Ruperto, Cresencio, Juan y Gervasio”. Además, la agrupación desea “agradecer al Ayuntamiento de Igorre todo el apoyo que ofrece a Luis Iruarrizaga Abesbatza Elkartea para el desarrollo y promoción de su actividad cultural”.