El problema está detectado, pero la solución no es sencilla, todo lo contrario. El acceso a la vivienda es por primera vez la principal preocupación de los vascos y está en juego algo tan básico como es el desarrollo vital de los jóvenes y migrantes que llegan a Bizkaia. Todo ello en un escenario en el que cuestiones subjetivas se escapan a las actuaciones de carácter general que se ponen en marcha desde la Administración en la búsqueda de una salida al laberinto.
El presidente del Colegio Oficial de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API) de Bizkaia, José Manuel González Robles, puso ayer el foco en una de ellas: la declaración de zona tensionada por parte de los municipios, que tiene como medida estrella el aumento del Impuesto de Bienes Inmuebles de los pisos vacíos para sacarlos al mercado. “Creemos que ese efecto no se va a dar”, indicó en la celebración de la asamblea anual del colectivo y en presencia del concejal bilbaino de Obras y Planificación Urbana, Asier Abaunza.
Entre los motivos, González Robles citó que los pisos vacíos son en muchos casos segundas viviendas de uso vacacional cuyos propietarios no quieren sacar al mercado de alquiler. En otros casos, los dueños “tiene muchas dudas, muchas incertidumbres” porque en el diseño de la ley “los inquilinos ganan peso en la balanza” de los derechos. De modo que la posible “vulnerabilidad” del arrendatario “se le puede trasladar al propietario”. En consecuencia hay “un rechazo”, se ha producido “un parón” y las agencias inmobiliarias “no tienen pisos de alquiler” en cartera.
Las estrecheces del mercado
El presidente de las inmobiliarias añadió que “si entran pisos de alquiler, que también han desaparecido de los portales inmobiliarios, son botones de muestra, pero esencialmente especulativos y desproporcionados” en su precio. Por contra, “el que entra en el mercado y no se alquila es porque está desfasado”.
Vivienda social en alquiler. El concejal bilbaino de Planificación Urbana, Asier Abaunza, se comprometió ayer a aumentar el parque de viviendas sociales en alquiler, “partiendo de una buena base”. La capital vizcaina cuenta con más de 4.210 pisos de esta características, lo que supone 1 por cada 82 habitantes, el dato más elevado de Euskadi y cuatro veces más que Madrid.
Reserva de VPO. Abaunza explicó asimismo que Bilbao está reservando un 50% de terreno para VPO en las promociones que lidera el consistorio, diez puntos más que lo que marca la Ley.
Siguiendo con la reflexión, González Robles aclaró que cualquier agencia que recibe el encargo de alquilar un piso “a un precio razonable” recurre “a la demanda interna y no necesita ni publicarla”. Sin embargo, “es un producto que ya no existe”. De ahí las dudas sobre el impacto de la declaración de zona tensionada de los municipios en el mercado.
Además, aunque los ayuntamientos asumen de forma paralela que tienen que aumentar su oferta de vivienda pública, es una actuación a largo plazo por los tiempos de construcción que no resolverá el problema en este momento. Al tratarse de una medida temporal, el mensaje de las inmobiliarias genera dudas en torno a los efectos reales de la calificación de los municipios como áreas tensionadas de vivienda.
Por otro lado, el presidente del Colegio de API también pidió una reflexión al colectivo que represente sobre su contribución a la subida de los precios. El valor de los inmuebles está aumentando tras superar en 2014 la crisis financiera, capear los avatares propios del sector inmobiliario y remontar el parón de la pandemia.
Falta de vivienda
A ello hay que sumar el efecto en el mercado la falta de vivienda. “Lógicamente los precios, tanto en compra como en alquiler, se han disparado”, señaló. El presidente de las inmobiliarias recordó que antes de 2008 se compraban pisos a precios que eran “de locura, una aberración”. “Estamos volviendo al punto de partida” y “además entre nosotros mismos estamos compitiendo, hay agentes inmobiliarios que ante la falta de producto, se permitimos decirle [al cliente] que nos venimos arriba y que somos capaces de vender un poquito más” caro. “Tenemos que reflexionar en qué medida estamos contribuyendo al aumento de precios. Debemos ser conscientes es que éticamente lo que tenemos que hacer es ordenarlos e intentar de alguna manera ayudar a resolver el problema que tenemos todos de la vivienda”, concluyó.
Política de vivienda de Bilbao
Por su parte, el concejal del ramo, Asier Abaunza, detalló las claves de la política de vivienda del consistorio. “No hay medidas milagro, este problema solo se resuelve con trabajo arduo y pesado para sacar al mercado el mayor número de viviendas posible”, indicó. En este sentido recordó las promociones públicas que se están desarrollando en estos momentos en Bilbao, con Zorrotzaurre como máximo exponente, y la futura construcción de vivienda en la zona de vías de la estación de Abando. También el “desbloqueo” de la recalificación de los pabellones industriales entre Ametzola y Rekalde. El parque de vivienda social en alquiler ha alcanzado los 4.216 pisos, lo que supone uno por cada 82 habitantes, cuatro veces más que Madrid. Y en las promociones que se están poniendo en marcha se reserva el 50% para vivienda pública, diez puntos por encima de lo que marca la Ley del Suelo.
“Bilbao lleva tiempo trabajando, pero nos queda camino por recorrer. Y la colaboración de todos: promotores, agentes de la propiedad inmobiliaria, entidades que financien los proyectos. En definitiva, la colaboración de todos los agentes públicos y privados que participan en el sector de la vivienda. Debemos trabajar de forma coordinada para atajar este problema”, resaltó. l