Hace 20 años llegó a Euskadi el primer grupo de niños y niñas saharauis para pasar el verano y huir de las duras condiciones del desierto durante la época estival. Lo hicieron gracias al programa Oporrak Bakean/Vacaciones en Paz, una iniciativa solidaria que permite que niñas y niños saharauis procedentes de los campamentos de refugiados de Tindouf (Argelia) pasen los meses de verano con familias de acogida del municipio. Hace dos décadas, el Ayuntamiento de Mungia se sumó a esta iniciativa y, desde entonces, cada año menores procedentes del Sáhara pasan el verano en la comarca de Mungialdea. Los menores, alojados en el albergue de Larrabetzu, llevan a cabo diversas actividades como, por ejemplo, disfrutar de las piscinas municipales de Mungia, las cuales visitaron de la mano de las responsables municipales. Gracias a este programa, impulsado por asociaciones solidarias y apoyado por diferentes instituciones vascas, los menores pueden disfrutar de unas vacaciones lejos de las duras condiciones del desierto, recibir atención médica si lo necesitan y vivir una experiencia enriquecedora tanto para ellos como para las familias que los acogen. “Queremos agradecer profundamente la implicación de las familias acogedoras, así como de las entidades colaboradoras, por su compromiso con los derechos humanos, la solidaridad y la construcción de un mundo más justo”, indica la alcaldesa, Alaitz Erkoreka. “Con esta participación, Mungia reitera su compromiso con el pueblo saharaui y con la promoción de valores de acogida, convivencia y cooperación internacional”, añade.
A lo largo de estas dos décadas, la coordinación del programa ha ido cambiando, pero las causas por las que se puso en marcha siguen vigentes y la acogida temporal de los menores es “más necesaria que nunca”, subrayan. En concreto, se busca alejarles de las duras condiciones del desierto; mejorar su salud con una alimentación equilibrada; realizarles reconocimientos médicos básicos y tratamiento de problemas de salud; que conozcan otra cultura y otra lengua; sensibilizar a la sociedad vasca sobre la situación del pueblo saharaui y promover su acercamiento con la sociedad vasca. En total, este verano han llegado a Euskadi 200 niños y niñas saharauis, de los cuales dos niños de 11 años están pasando la época estival en Mungialdea y, más concretamente, uno está en Mungia y otro en Maruri-Jatabe.