Dos grandes murales dan la bienvenida a Lemoa desde la rotonda de la calle Lehendakari Agirre
Uno de ellos representa la sabiduría y experiencia de una mujer mayor y el segundo está inspirado en la cueva de Arlanpe y sus grabados
Un espacio de diálogo entre tradición y cambio, identidad local y mirada colectiva. Es lo que persigue el Ayuntamiento de Lemoa con los murales que lucen ya en dos grandes fachadas de bloques de viviendas de la calle Lehendakari Agirre. Lo que a ojos de cualquier viandante eran, hasta ahora, simples paredes frontales de unos edificios, se han convertido en imponentes lienzos en blanco para un grupo de artistas que han dejado para el disfrute de vecinos y visitantes una buena muestra de su creatividad, talento y profesionalidad. El objetivo final es “transformar el espacio público y ofrecer una imagen más viva, amable y limpia del pueblo”, apunta sobre esta iniciativa el concejal de Transparencia y Proyectos, Urko Garamendi.
Vistos desde la isleta de la rotonda de acceso a la calle Lehendakari Agirre, la fachada de la izquierda muestra la imagen de una mujer mayor vestida con patrones vascos tradicionales, entre ellos el lauburu. No tiene nombre ni identidad concreta. “Puede ser cualquier persona”, explica el dúo integrado por Vanesa Galdeano y Anali Chanquia, dos artistas argentinas que actualmente residen en Barcelona y que forman el equipo creativo denominado ‘Medianeras’.
Sus trabajos destacan, sobre todo, por la representación de rostros y es lo que han hecho en Lemoa. En esta obra “hemos trabajado mucho con la arquitectura de la pared, del edificio y del entorno” y han empleado, además, la técnica de anamorfosis que hace que la imagen se vea diferente en función de la perspectiva o el ángulo desde la que se observe. En este caso, el punto de visión idóneo es “desde la isla de la rotonda” para apreciar la imagen de una mujer de avanzada edad “como si estuviera dentro del edificio, pero saliendo de las estructuras”.
Su rostro, de rasgos muy marcados, evidencia el paso del tiempo y, a la vez, transmite sensación de “dignidad, sabiduría o experiencia” o, lo que es lo mismo, “habla del bagaje de las arrugas”, apuntan las artistas. Uno de los elementos que llama la atención es el pino,de gran tamaño, que crece frente a la fachada. Lejos de entorpecer la visibilidad, “lo tuvimos en cuenta a la hora de realizar el diseño y la realidad es que se encuentra integrado en la obra”, apuntan.
El tesoro de la cueva de Arlanpe
La temática de la fachada de la derecha está directamente relacionada con la historia de Lemoa puesto está inspirado en la cueva de Arlanpe donde, entre los años 2008 y 2011, se hallaron una serie de grabados bautizados como la Dama de Arlanpe y que, según los expertos, tienen una antigüedad de entre 18.500 y 17.000 años. En este caso, la obra ha sido realizada por la artista Lian Monserrate, autora del reconocido mural de las mujeres rederas de Ondarroa, y por CBLOXX.
El de las rederas de Ondarroa, el tercer mural más bonito del mundo
“El Ayuntamiento nos facilitó documentación sobre este tema y el contacto del arqueólogo que realizó la investigación”, indica Lian. Y la imagen que han decidido plasmar en su fachada es “la figura de tres niños que se adentran en la cueva y ven, con curiosidad, los grabados”, es decir, unas figuras femeninas esquemáticas representadas de perfil.
A través de este diseño “jugamos con el pasado, el presente y el futuro” al unir en una misma imagen “los dibujos o gravados pintados en la roca hace 17.000 años, la labor creativa que hemos realizado las artistas en la actualidad y el porvenir representado a través de la figura de los niños”. Se trata de un meta-mural que enlaza épocas y significados. “De alguna manera refleja que el muralismo no es algo nuevo. Compartir ideas y comunicar algo a través de dibujos es, casi, un instinto humano. Lo que hicieron nuestros ancestros hace 17.000 años en la cueva de Arlanpe es lo que hemos hecho ahora en esa fachada: pintar y comunicar”, declara Lian.
Gran acogida entre la población
Ambos equipos de artistas empezaron a dar forma a los murales hace escasamente diez días y las dos obras de arte urbano están ya terminadas. “Estamos muy felices con el resultado, el apoyo del Ayuntamiento y su alcaldesa y la acogida del pueblo”, aseguran Vanesa y Anali. Han sido largas jornadas de trabajo, algunas de más de 12 horas, y de mucha expectación. “Los vecinos han sido muy amables y encantadores. Ha sido el principal tema de conversación en Lemoa y creo que hemos conseguido que todo el pueblo hable estos días de y sobre arte”, apuntan con gran satisfacción.