Los familiares de las personas que viven en las residencias de Bizkaia están satisfechos con la atención que se les presta a sus allegados: valoran con un 7,9 el trato en estos centros asistenciales, donde es precisamente el día a día con los profesionales que trabajan en ellas lo que más destacan. Así se desprende de la última de las encuestas de satisfacción que el departamento de Acción Social de la Diputación realiza entre las familias de los residentes de los 156 centros autorizados que funcionan actualmente en Bizkaia y en los que viven 10.974 personas. En esta ocasión, el cuestionario se ha realizado sobre una muestra de 1.550 familias, de forma telefónica el pasado mes de diciembre.

"Hemos preguntado a quienes han depositado su confianza en la red foral de centros residenciales y contamos con una valoración clara de las familias: consideran que están en buenas manos", ha destacado la diputada de Acción Social, Amaia Antxustegi, quien se ha felicitado de esa nota general de 7,9 sobre 10 para la atención general. Una puntuación que asciende hasta el 8,68 en el caso de aquellas que viven en alguna de las 400 plazas en unidades convivenciales. El 79,3% de los encuestados recomendarían el centro donde se encuentra su allegado, lo que interpretan como que "no solo estamos cumpliendo con los estándares de calidad, sino que también estamos generando confianza y tranquilidad en quienes nos confían el cuidado de sus familiares".

La valoración de la tramitación de las plazas es de un 8,2 -siempre sobre 10-, destacando que solo un 3,7% de las personas encuestadas la puntúan por debajo del aprobado y un 85% le pone una nota de entre 7 y 10. La satisfacción general con el servicio de las residencias alcanzan un 7,81, con un 71,8% de valoraciones entre el 8 y el 10, y solo un 2% muestra su insatisfacción. Derivado de ello, el 97,4% "agradece y valora la labor" de los profesionales que trabajan en ellas. "Nos encomiendan el cuidado de sus familiares y somos conscientes de la responsabilidad que eso supone", ha reconocido la responsable foral.

Información y dimensiones

En general, de la encuesta también se desprende que las familias "se sienten informadas por el centro", en el 86,8% de los casos; que tiene una dimensión adecuada (85,2%), y que lo han elegido "libremente" (75,1). Dentro de la atención a los residentes, "en todos los parámetros analizados se observa una mejoría", por ejemplo en higiene, vestido, alimentación, la atención sanitaria o afectiva, o instalaciones. El trato "cercano y respetuoso" de los profesionales destaca como uno de los aspectos mejor valorados, con una puntuación de 8,41, y el "respeto" a los derechos y la dignidad de los usuarios, con un 7,38.

Entre los ámbitos a mejorar, Antxustegi reconoció que está la de disponer de suficiente personal en los centros, pese a que la valoración de los familiares ha subido de 5,97 a 6,3. En este sentido, ha reconocido las "dificultades" que existen a la hora de contratar "ciertos perfiles" en las residencias para lo que trabajan junto a Osakidetza en "una solución". Se trata, además de una problemática que se agrava "en periodos vacacionales", por lo que se están barajando "diferentes opciones" para paliar ese déficit.

También tiene margen de mejora la labor de supervisión en los centros, que recibe una puntuación de 6,28 indicando "que aún queda camino por recorrer". Pese a que la percepción "generalizada" de las familias es que se están haciendo más inspecciones en los centros residenciales, un 38,1% pide que se aumenten, "para reforzar el control y la calidad del servicio". Eso sí, siete de cada diez familias conocen la labor inspectora que desarrolla el departamento, a través de un sistema "sólido y riguroso", que revisan de oficio todos los centros y realizan visitas adicionales cuando se denuncian incidencias. "Las inspecciones por órdenes o denuncias han disminuido significativamente, lo que redunda en el cumplimiento normativo y la calidad del servicio", ha destacado la diputada foral.

"Motivo de tranquilidad"

La diputada ha destacado asimismo la importancia que tienen estos centros, ya que "ninguna persona está libre de necesitar en algún momento de su vida cuidados intensos o de que alguien cercano los necesite", por lo que la existencia de esta red "es motivo de tranquilidad para toda la sociedad". Por ello, cuatro de cada diez euros de los 729 millones que gestiona el departamento de Acción Social se destina a estas residencias, con un incremento de 31 millones, un 14,57%, respecto a 2024, hasta superar los 243 millones.

Ello ha permitido poner en marcha proyectos "transformadores", como la inclusión de unidades convivenciales en las residencias -como las de Leioa y Gernika- o el nuevo centro intergeneracional de Getxo "que va cobrando forma".