Tres recorridos; cada cual, al suyo. Tipi-tapa: al más exigente de 25 kilómetros y 643 metros de desnivel; al intermedio y animado para el nordic walking, de 14 kilómetros; o al familiar, de 10. Y todos, en un camino compartido: el de cuidar Erandio y conocer más y sentir mejor sus rincones naturales, verdes y silenciosos; también el de dar zapatilla para la salud, el de interactuar con los de al lado o el de insuflar vida al municipio... De todo eso va la iniciativa E!bilbidea, que ayer, en su cuarta edición, volvió a refrendar sus pasos satisfactorios: un millar de personas participó en las tres marchas programadas; la mayor cantidad hasta ahora. “La gente ha respondido, como siempre, y ha sido un éxito”, resaltó en meta el concejal de Deportes, Jon García.

Allí, en la plaza Mendiguren de Astrabudua, donde desembocaba el trío de itinerarios, se montó la fiesta: hinchables, música, fotomatón y talo solidario con Cáritas –porque sí, esto también va de generosidad–. Un ambientazo. Y una merecida recarga de energía para los senderistas, en especial, para aquellos que se adentraron en la marcha larga, que empezó a las 7.30 horas con el cielo enfadado... La caminata familiar, que arrancó a las 10.30 horas, se salvó de la lluvia, pero por seguridad se modificó una parte del circuito, para evitar una zona más embarrada, pensando, en especial, en los niños o en las personas más mayores. Lo mismo ocurrió con la mediana. “Han sido unos pequeños cambios y hemos ido por una vía alternativa más segura. Todo ha salido bien y no ha habido que lamentar incidentes”, confirmó el edil erandioztarra.

Un grupo de mujeres que forma parte de Cáritas Erandio también se animó a participar Marta Hernández

El paseo de 25 kilómetros tuvo como protagonista lugares como la iglesia de Andra Mari, Agirreturri, Karabezu o la Torre Martiartu; la segunda atravesó Las tres cruces, la iglesia de Andra Mari y Agirreturri, de igual modo, y la ermita de San Cristóbal; mientras que la más corta partió de la cervecera Goikolanda y discurrió por Akarlanda, San Kristobal y el arborétum de la UPV/EHU. Cada año, los trazados de E!Bilbide van variando para que los participantes puedan ir, e incluso, descubrir, nuevos puntos. Esta, además, una propuesta gratuita. Todo ello se aborda en un grupo motor que, en efecto, es la locomotora de este proyecto. En él están Gizarte Unamaz Alkartua (GUA), Pausarik Gabe, Hogar extremeño, Altzaga-Erandio Jubilatu Elkartea, Astrabudua Ibilbideak y Radio Club Takolos, además de la asociación de comerciantes de Astrabudua y la de Erandio, que ayer, recordaron, con acciones visuales, la relevancia de consumir en los establecimientos locales. Asimismo, están incluidas en el equipo personas como Iban Etxebarria, un vecino de Astrabudua muy activo en el barrio. “Tanto como tejido asociativo como a titulo individual, a los erandioztarras nos gusta implicarnos y el resultado es una fiesta”, valoró ayer. “Cuando cuentas con esta gente y con estos colectivos, el éxito está garantizado”, subrayó el concejal de Deportes. “Las personas jubiladas y el grupo de Ibilbideak curran muchísimo”, añadió García. Desde luego, así da gusto, claro.

Ciudad educadora

Estas marchas se engloban en el plan de Erandio, ciudad educadora. “E!Bilbide es, quizás, el ejemplo más significativo de lo que es ciudad educadora: con personas y colectivos de diferente índole implicados”, opinó el edil erandioztarra. Tanto él, como Etxebarria, enfatizaron que este tipo de iniciativas sirven para estrechar aún más lazos entre las agrupaciones y entre los vecinos. “Se crean vínculos entre las personas y sinergias entre las asociaciones que pueden llegar a trabajar en un futuro juntas sin que el Ayuntamiento tenga que mediar si quiera”, apostilló García. Y como germen de todas estas caminatas: conocer Erandio y fomentar la actividad física. De hecho, estas marchas organizadas anualmente tienen su origen en las rutas que el Ayuntamiento indicó con señales, propuso a la ciudadanía, recogió y explicó en la web ).

Hay ocho itinerarios sencillos definidos: la vega de Altzaga (1,77 kilómetros); San José de Lutxana (1,88 kilómetros); Enekuri-Erandiogoikoa (1,05); Goierri (4,60); Astrabudua-Lutxana (2,73); ruta geológica (1,44); Goierri bira (11,2); Urredarre (2,23); y Azkaiturri (2,25). Por ejemplo, el primer paseo es por la vega de Altzaga, un punto de la localidad que se desarrolla entre 1860 y 1900, cuando se urbanizan algunos solares de José María Jado, principal propietario de las tierras, y el antiguo camino de sirga, que sería el origen de la actual carretera entre Bilbao y Las Arenas. Mientras que la segunda caminata, por Lutxana “está pensada para las personas que sienten curiosidad por descubrir lo menos evidente del patrimonio”. Después, las travesías ideadas también ofrecen distancias más largas y con algo más de dificultad, como San Kristobal (20,73 kilómetros); Erandiogoikoa (14,21); Akarlanda (17) y Las tres cruces (9,98).