"¡Agua va...!", se escucha en el casco histórico de Balmaseda. "Menos mal que nos referimos a la limpia, no a la que lanzaban en aquella época", han bromeado en uno de los más de 200 puestos de artesanía y alimentación que se han empleado a fondo para achicar sus toldos tras las fuertes precipitaciones que han arreciado por la mañana.
Aun así, la lluvia ha permitido la celebración de la representación popular con participación de alrededor de medio millar de vecinos y vecinas involucrados. Al tratarse de las 25 ediciones del evento, han recreado la institución de la localidad como villa, se cree que el 24 de enero de 1199, que dio pie al primer mercado medieval con ocasión del 800 aniversario de esta fecha tan significativa. "No nos hemos planteado suspenderlo", ha explicado Txipu, que ha dado vida a Lope Sánchez de Mena, Señor de Bortedo, que elevó el estatus de Balmaseda. Los últimos minutos han aguantado el chaparrón "literalmente", y continuado hasta la canción final. "Sí que el agua causa problemas en los micrófonos y puede provocar problemas de sonido", ha confesado.
"Os admiro, en mi tierra ya habríamos cerrado todos y nos habríamos marchado y aquí sigue llegando gente", ha señalado el joyero cordobés Joaquín Almirón. La afluencia se ha notado desde primera hora de la mañana tanto en unos trenes que, tras la avería del Viernes Santo, circulan con retrasos, como en el aparcamiento de 30.000 metros cuadrados habilitado en la explanada de la antigua fábrica de Fabio Murga, cercano a llenarse ya a las 10.30 horas. 25 ediciones "y cada año viene más público", ha constatado el jefe de Protección Civil de Balmaseda, Enrique Pastor. La dotación coordina un despliegue de veinte personas, con refuerzos desde Erandio y Santa María de Cayón (Cantabria). Se han divido "por patrullas entre el recinto y La Penilla, para dirigir el tráfico". El viernes "hubo pequeños hurtos en puestos", así que previenen frente a los carteristas. Y es que el mercado arrancó un día antes de lo habitual por tratarse de la edición número 25 y lo hizo con un homenaje a Jesús Suso, que ostentaba la Alcaldía en 1999, cuando se decidió ponerlo en marcha. Desde entonces ha ido ganando repercusión de forma que "yo diría que es uno de los mejores del norte", ha certificado el artesano de Reinosa Víctor Bengoetxea.
Quienes se queden todo el día disponen de varias áreas de restauración en las que sentarse a cubierto. En la situada frente al palacio Horcasitas Santiago Fernández, habitual de esta cita, calcula que servirá "más de 300 comidas y cenas al día desde las 12.30 más o menos; cuando termina la representación popular el panorama empieza a animarse". Las compañías de música y teatro no pierden la esperanza de que el pronóstico del tiempo mejore para contagiar su ritmo.