"Tuve que ir al hospital porque se me acababa el oxígeno"
Idoia, vecina de Basauri, cuenta a DEIA cómo vivió las horas posteriores a que se fuese la luz teniendo en cuenta que depende de estar conectada a una máquina de oxígeno
El apagón eléctrico de este lunes generó mucho caos en las zonas afectadas, sobre todo lo hizo en aquellas personas que dependen de la luz y que se encontraban en lugares en los que regresó más tarde. A Idoia, vecina de Basauri, el apagón le pilló en un viaje en coche con dirección a Málaga, recuerda que salieron a las 6.00 horas. Se trata de una mujer que depende de la luz al necesitar oxígeno.
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Mientras viajaba en dirección a la costa del sol recibió una llamada de su hija, sobre las 12.30-12.45 horas, en la que le explicaba lo que estaba sucediendo. Tras colgar, Idoia trató de llamar a su amiga de Málaga pero en el momento de contactar "ya no teníamos ni señal ni internet", recuerda. Fue la insistencia de ambas la que hizo que contactasen. "Yo le llamaba, ella me llamaba y al final conseguimos hablar", relata.
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En este momento de incertidumbre en el que nadie era consciente de lo que realmente estaba pasando su amiga le comento, a modo de prevención, que "si quería que fuese al hospital para que le diesen una bombona o algo" para que la tuviese en el momento en el que llegase a Málaga.
Final de viaje sin luz
Al principio se asustó mucho. "¿Con tres horas qué hago?", se preguntaba Idoia haciendo referencia a la mochila de oxígeno. "Tampoco tenía tres horas porque en el coche me había puesto de vez en cuando porque me fatigaba", relata. En esta dirección añade que "al decirme mi hija lo de la luz me puse más nerviosa y me fatigaba con más facilidad".
Cuando llegaron a Málaga después de horas de viaje, "todavía no había luz entonces dije: vamos a esperar un poquito porque estaban dando la luz por zonas". Llegó las diez de la noche pero la luz seguía sin volver. "Yo tenía la mochila pero me dura tres horas", recalca.
00.00 horas del martes
"Tuve que ir al hospital porque se me acababa el oxígeno", señala. En el lugar recibieron "una atención muy buena, de maravilla". Allí llevaron a Idoia a una sala de espera en la que "había más personas conectadas al oxígeno". "Hasta que tengas la luz en tu domicilio podéis estar aquí conectados, no hay ningún problema", le comentaron los sanitarios a Idoia.
Dos horas después, a las 00.00 –siendo ya martes–, su marido y su amiga regresaron al piso para ver si había vuelto la luz y, en caso de que hubiese sido así, recoger a Idoia del hospital para volver a casa. En el camino de vuelta al hospital "hubo una zona que estaba apagada y en ese momento volvió la luz". Por lo que se dieron la vuelta y vieron que acababa de volver la luz a la casa. Afortunadamente todo quedó en un susto. Ante una posible caída del suministro eléctrico, desde el hospital le dijeron que si volvía a suceder volviese al centro hospitalario.
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