Pasión Viviente de Balmaseda: "He comprendido lo que pudo haber sentido Jesucristo en la cruz"
Balmaseda se emociona con el "éxtasis" de la Pasión Viviente en una jornada marcada por los problemas en el transporte ferroviario
"Quería comprender lo que pudo haber sentido Jesús en la cruz y lo he hecho". Fabio Orrantia ha declarado sentirse "en éxtasis" cuando se ha reunido con los compañeros al finalizar la Pasión Viviente de Balmaseda que ha congregado en la villa a decenas de miles de personas.
Su realismo ha marcado este Viernes Santo junto con los problemas en la catenaria que a esta hora mantienen interrumpido el tráfico ferroviario. Se registran largas colas y más de una hora de espera para subir tanto a los autobuses habilitados por Renfe como al Bizkaibus en dirección a Bilbao. Entre los indignados pasajeros hay incluso quien se plantea caminar hasta Zalla.
Exultante por haber cumplido su sueño de meterse en la piel de Jesucristo por tercera vez tras haberlo hecho anteriormente en los Vía Crucis infantil y adolescente, se encuentra "físicamente bien y, sobre todo muy emocionado". Hasta hoy no había cargado con la cruz de madera de unos 70 kilos peso, pero se había preparado para ello y para las tres caídas a lo largo del recorrido. "Hacía falta y me ha venido genial", ha aconsejado a sus sucesores.
650 personas implicadas en la Pasión Viviente en Balmaseda, desde los 18 a los 92 años
Una de las primeras personas en felicitarle ha sido su tío, Javier Orrantia, que llevó la corona de espinas en 1980. "Lo ha hecho mejor que yo", ha asegurado tras fundirse ambos en un entrañable abrazo. En su época "todavía no existía la Última Cena, que se instauró en 1984".
Para Ana Peña, la Virgen María, lo vivido "ha superado mis expectativas, aunque no estaba nerviosa, el momento en el que nos hemos visto me ha desbordado". Iñaki Torre, el padre de Julia Torre, María Magdalena, ha confesado que su hija ha dormido poco está noche a punto de hacer realidad una de sus mayores emociones.
A ambas les queda otra aparición está tarde a las 19.00 horas en la procesión del entierro con otros personajes. La procesión del Silencio, en la que la guardia romana escolta al Cristo del Cementerio a su morada junto con la Virgen Dolorosa, pondrá fin al Viernes Santo a las 21.30 horas.