Apenas dos kilómetros de distancia separan a las dos escuelas de Laukiz, denominadas popularmente Beheko Eskola y Goiko Eskola. En esta última, tuvo lugar ayer un emotivo acto que unió a varias generaciones de mujeres que han pasado por sus aulas en el marco de los actos del centenario de Beheko Eskola, la única escuela de barrio que sigue activa en Bizkaia y un espacio clave en la educación y desarrollo de varias generaciones de laukiztarras.

Al mismo tiempo, el Ayuntamiento de la localidad, en colaboración con la Beheko Eskola, conmemoró el Día Internacional de la Mujer con un evento especial que sirvió para rendir homenaje a todas las niñas y mujeres que han formado parte de la escuela del municipio a lo largo de su historia.

“Este 8 de marzo, además de reivindicar la igualdad de derechos, queremos rendir un homenaje a todas las niñas y mujeres que han pasado por nuestra escuela en estos 100 años. La educación ha sido y sigue siendo una herramienta fundamental para el avance de la sociedad, y este reconocimiento es también un recordatorio del camino recorrido y del que aún queda por andar”, destacó el alcalde de Laukiz, Gorka Elgezabal.

Sobre esta línea, el evento tuvo lugar en Goiko Eskola e incluyó la inauguración de una placa conmemorativa en honor a las niñas y mujeres que han pasado por la escuela durante su siglo de existencia y que se anudaron al cuello, como símbolo de la lucha por la igualdad, un pañuelo reivindicativo.

Una de ellas fue Nerea Unibaso Sanz, que durante 36 años ha acompañado a decenas de escolares en el autobús que cubre el trayecto por el municipio a la escuela. “A lo largo de todos estos años he podido conocer a varias generaciones de laukiztarras. Ya somos como una gran familia”, expresó.

Placa conmemorativa por el centenario de la escuela y el 8-M. C. Zárate

Una labor que empezó a desempeñar en 1989, a raíz de que la ley estableciera que tenía que ir una persona auxiliar como acompañante en el vehículo de transporte escolar. “Cuando era pequeña únicamente había un autobús que comunicaba las dos escuelas, no llevaba a los niños y niñas por los distintos barrios del pueblo. Entonces, a raíz de esa normativa, una vecina me ofreció el puesto y, lo que en principio iba a ser para un año, ya son 36”, apuntó sobre un trabajo que considera “feminizado” y que, en un principio, estaba planteado “como una trabajo para complementar al del hombre”.

Euskera en la dictadura

En esta línea, Nerea, ahora ya madre, rememoró con especial cariño su época como estudiante en la escuela de Laukiz, un periodo “maravilloso” de su vida gracias, en parte, a las enseñanzas de su maestra María Ángeles Castaños, a la que recuerda con mucho afecto. “Era una mujer adelantada a su tiempo, muy moderna. Empecé la escuela justo tras la muerte de Franco y ella ya nos enseñaba las canciones en euskera”, indicó.

En plena dictadura estudiaron en Beheko Eskola vecinas de la localidad como Margarita Garaizar, Begoña Barandika, María Jesús, Jaione y Rosalía Bilbao, Begoña Ugarte o Marieli y Maite Fano, entre otras. Precisamente, estas dos últimas, hermanas naturales de Butrón, en Gatika, se trasladaban cada día hasta Laukiz para ir a la escuela con apenas 5 o 6 años de edad. “Íbamos solas. Por entonces no había carreteras y era un trayecto de más de media hora andando”, apuntó Maite, de 78 años de edad. De aquella época recuerdan especialmente a la maestra doña Honoria, que “era muy buena”, y también a Isabel, una maestra de Larrabasterra. “En la escuela nos daban de comer, pero doña Honoria, antes de empezar, nos daba aceite de hígado de bacalao porque decía que eran vitaminas, pero estaba malísimo”, rememoró Marieli, de 84 años de edad, y que estuvo en la escuela desde los 5 hasta los 10 años. “Luego fui a cuidar niños hasta que tenía 15, que entré a servir como interna en una casa en Bilbao, al igual que mi madre”, expuso.

Margarita, Begoña, María Jesús, Rosalía, Begoña, Jaione, Marieli y Maite pasaron por las aulas de Beheko Eskola. C. Zárate

La segregación por sexos era algo habitual en aquella época, tal y como recordó Rosalía Bilbao, de 81 años de edad, que vivía justo al lado del centro escolar y cuyo abuelo cedió, precisamente, el terreno para su construcción. “Había dos clases, una para chicas y otra para chicos. Una vez me castigaron teniendo que escribir cien veces en la pizarra chicas con chicos no se juega porque nos pillaron jugando a sokadantza y una chica se cayó al suelo”, desveló. “Las maestras eran muy estrictas”, reconoció. “Cada mañana nos obligaban a cantar el Cara al sol, pero luego nos hablaban en euskera”.

Como colofón al homenaje se celebró un taller denominado Danok batera, donde la cuerda del equipo campeón de sokatira Gaztedi, de Laukiz, se convirtió en un símbolo de unión y esfuerzo en la que las personas participantes fueron escribiendo mensajes y reflexiones en favor de la igualdad de género y sobre el papel de la mujer en la sociedad, antes de compartir un chocolate y disfrutar de esta reivindicativa jornada.

El apunte

  • Aniversario. Este año Beheko Eskola de Laukiz cumple 100 años y es la única escuela de barrio que sigue activa en Bizkaia.
  • Escuelas. Laukiz cuenta con dos escuelas denominadas popularmente Beheko Eskola y Goiko Eskola. La distancia entre ambas es de apenas 2 kilómetros.
  • Sokatira. La cuerda del equipo campeón de sokatira Gaztedi se convirtió en un símbolo de unión y esfuerzo, y se llenó de mensajes reinvidicativos por el 8-M.