Comandante A320 que lleva 27 años volando a Bilbao, Lucía Aránega explica los controles que realizan a los pilotos y las dificultades de aterrizar en Bizkaia.

Cuando ocurren accidentes aéreos, como el de Oiz, las miradas se dirigen a los pilotos y a veces se duda de su estado.

Los pilotos tenemos controles superexhaustivos tanto físicos como mentales. Pasamos exámenes cada seis meses. Los pilotos tenemos que pasar cada seis meses por un simulador en el que hacemos unas pruebas y el que nos está examinando determina si, por nuestros conocimientos y nuestras aptitudes, seguimos estando en condiciones de seguir volando. Ninguna otra profesión tiene esto. Nadie examina a un cirujano que está operando corazón y cerebro cada seis meses.

También les someterán a reconocimientos médicos.

Sí, nos hacen exámenes médicos. A mí mañana me sube el colesterol y me quitan la licencia de vuelo porque es un riesgo para la seguridad, ya que me puede dar un infarto y se puede perder uno de los sistemas fundamentales de vuelo, que es un piloto.

En las investigaciones de accidentes se les mira con lupa.

Se analizan los entrenamientos anteriores de los pilotos, el descanso, si tenían algún tipo de sustancia... Hoy en día estamos sometidos a controles aleatorios. En cualquier momento puede venir la autoridad del país en el que está el avión de escala y hacernos un control aleatorio de alcohol o de drogas. Está controladísimo.

¿Conoce el caso de algún piloto que haya sido condenado?

Hace poco ha habido un accidente en el aeropuerto de Lima, donde una avión impactó con un coche de bomberos que estaba haciendo una práctica rutinaria. Colisionaron los dos e inmediatamente las autoridades se llevaron a los pilotos a la cárcel sin preguntar. Cuando ocurre un accidente es importante respetar el proceso de investigación.

¿Hay en Bizkaia algún punto alto que sea de especial riesgo?

No, en general todos los aeropuertos de la cornisa cantábrica son complejos por la orografía, por la meteorología, por el tamaño y el tipo de ayudas que tienen. La cornisa cantábrica, en general, es una zona que los pilotos entendemos que es un poquito más compleja que otros aeropuertos del resto del país. Por eso se hacen entrenamientos más específicos en esos aeropuertos en concreto, sobre todo para fomentar esa conciencia de la situación del aeropuerto en el que nos encontramos.

¿Qué dificultades presenta el aeropuerto de Bilbao?

La orografía, está encajado en un valle. En Bilbao se entrena muy habitualmente el famoso viento sur, que incide de manera perpendicular en las montañas y produce una turbulencia que afecta a los aviones. Además, la pendiente de la aproximación a la pista 30 es un poco más pronunciada de lo normal, por lo que el avión se acelera un poco más y cuesta frenarlo.