Un tobillo roto, una vértebra fracturada, contusiones por todo el cuerpo y heridas abiertas, sobre todo en la cabeza, cosidas por casi cincuenta puntos y grapas. El parte médico de Jorge Cruz, un valenciano de 66 años que trabajaba como conservador de museos y al que han jubilado estando de baja, sirve para hacerse una idea de la gravedad del accidente que sufrió el 28 de agosto del año pasado en el Pirineo de Huesca, al precipitarse por una pared de 50 metros en la zona de Panticosa. Por suerte, se quedó “encajonado” a mitad de camino y, por suerte, más aún, andaba por allí Joseba Larruzea, un policía local de Mungia que no dudó en socorrerle y al que quiere mostrar su gratitud, a unos días de que sea distinguido por el Gobierno vasco con una medalla al mérito en emergencias y protección civil.
Jorge es consciente de que casi no lo cuenta. “Un accidente así en la mayoría de las ocasiones se habría resuelto con mi muerte porque caí muchos metros y lo más fácil es darte un golpe en la cabeza”, asume. Por eso, valora aún más si cabe la actuación del policía. “Joseba mostró la justa combinación de arrojo, prudencia y altruismo porque bajó a un lugar que era complicado. Había que asumir algún riesgo para llegar hasta mí, era una zona muy descompuesta, muy rota y, sin embargo, lo hizo de una manera impecable y muy rápidamente”, relata.
Malherido, apenas recuerda retazos de la conversación que mantuvieron. “Me dijo: Soy Joseba, soy policía local en Euskadi y eso me tranquilizó porque pensé que tenía formación en emergencias y que si había logrado llegar hasta mí, me iban a poder rescatar. Yo le dije que era de origen vasco, mi segundo apellido es Orozco, y traté de transmitirle que, pese a las heridas, estaba consciente, aportándole, a su vez, tranquilidad”, explica Jorge, que se alegra de que Joseba, quien le cubrió con su propio cuerpo para evitar que le impactaran las piedras que se desprendían de la montaña, vaya a recibir una medalla. “Me parece bien que se premie a la gente que interviene de manera voluntaria y en este caso especialmente por el hecho de que Joseba sea un policía local, que es un cuerpo que a veces queda por detrás de otros”, destaca.
Aunque Jorge se ha comunicado con Joseba por whatsapp y le ha agradecido personalmente su ayuda, siente que tiene “una deuda especial” que saldar con él. “Le dije que si quería venir al país valenciano, cuando me recuperara, para caminar por las montañas, aquí me tenía para lo que quisiera. Ojalá algún día lo podamos hacer”.