En un mundo que debiera pretender ser, cada vez, más sostenible, uno de los grandes retos ha de ser el aprovechamiento máximo de los alimentos. Por un lado, se lograría una alimentación más equilibrada para toda la sociedad y, por el otro, se generarían menos residuos. Con ese objetivo de llegar al residuo cero en materia alimentaria, el Ayuntamiento de Barakaldo pondrá en marcha a lo largo del próximo mes de febrero el programa Rexcatering, una iniciativa que ya se está desarrollando con éxito en otro municipio de Ezkerraldea como es Portugalete. “Se trata de un proyecto muy interesante que no solo nos permite recuperar la comida sobrante y ponerla a disposición de los y las vecinas, sino que además fomenta la solidaridad, el desperdicio cero, el reciclaje y la sostenibilidad”, precisó Nerea Cantero, edil de Cultura del Ayuntamiento de Barakaldo.
En estos compases iniciales del proyecto en la localidad fabril, el Consistorio barakaldarra contará con la colaboración de dos centros educativos como son el instituto Beurko y colegio público Juan Ramón Jiménez. De este modo, estos dos centros contarán en sus inmediaciones a lo largo del próximo mes con sendas máquinas expendedoras en las que la ciudadanía podrá acceder de forma gratuita a los excedentes de comida del día que se coloquen en estos dos dispositivos. En concreto, la máquina expendedora que se colocará en las inmediaciones de Juan Ramón Jiménez se pondrá en el centro cívico de Gurutzeta, mientras que el dispositivo que se colocará en los aledaños del instituto Beurko se ubicará en la intersección de la calle La Bondad con Arauti.
Así las cosas, tanto Juan Ramón Jiménez como Beurko serán el banco de pruebas que determinará la aceptación que tendrá Rexcatering en la localidad fabril, un proyecto cuya implementación fue aprobada por el pleno del Ayuntamiento de Barakaldo. Será el personal de los comedores de ambos centros educativos el encargado de preparar la comida sobrante de los dos comedores, es decir, la que no se llega a servir en las mesas, para, posteriormente ser trasladada a las dos máquinas expendedoras. Tanto el traslado de los alimentos como su colocación en las máquinas expendedoras será tarea del alumnado del centro, con lo que se logra la implicación directa de los estudiantes en este proyecto. Los alimentos se envasarán, en envases de ración individual y dicho empacaje se hará en recipientes compostables. La ciudadanía podrá hacerse con estos excedentes de producción de forma gratuita.