El Ayuntamiento de Balmaseda cifraba en septiembre en 42.000 vehículos al mes el tránsito de vehículos por su casco histórico peatonal. Un volumen que quiere reducir con la modificación de la ordenanza de circulación y los usos de las vías públicas que busca, según el equipo de gobierno de PNV y PSE, “mejorar la calidad de vida de los y las vecinas, fomentar la sostenibilidad y preservar el patrimonio histórico de la localidad”.

El cambio más significativo radica en la desaparición de la llamada “coexistencia con vehículos de no empadronados o de personas que no vivían dentro del casco histórico”. Ahora estos casos excepcionales deberán ser previamente autorizados por la Policía Municipal.

Las personas que vivan en la zona dispondrán de ocho pases mensuales para poder acceder a sus calles. De la misma manera, si exceden esa cantidad y necesitan más por otras circunstancias deberán tramitarlo con la Policía Municipal.

Cada pase equivale a una entrada y salida para permanecer un máximo de quince minutos en la calle peatonal en cuestión y sin restricciones horarias. Pantallas en la entrada de cada calle informarán del número de pases disponibles. Además, si sobreviniera una emergencia una vez que se hayan agotado, al día siguiente se podrá justificar ante la Policía Municipal la necesidad de acceder.

Servicios esenciales, igual

La normativa conserva como hasta ahora lo relativo a vehículos de servicios públicos, comerciantes locales y operaciones de carga y descarga, “garantizando la operatividad de estos servicios esenciales”.

Otra de las variaciones consiste en la reducción el peso máximo de los vehículos autorizados de 5,5 a 3,5 toneladas “para reducir el impacto ambiental y el deterioro de los edificios históricos, garantizado la preservación del patrimonio histórico”.

Todo ello, con el fin de reducir el riesgo de accidentes de tráfico, crear entornos más atractivos para caminar, disminuir la contaminación sonora, promover un estilo de vida activo y configurar espacios para diferentes actividades.

En el pleno que dio luz verde a la aprobación inicial la oposición se decantó por la abstención. El representante de la Candidatura Local Independiente y anterior alcalde, Aitor Larrinaga, argumentó que las modificaciones se han realizado “unilateralmente, la ordenanza no se ha explicado lo suficiente, faltan informes y necesitamos un plan de movilidad”. Por su parte, la portavoz de EH Bildu, Nerea Fernández, se mostró de acuerdo con la supresión de la coexistencia, aunque señaló que “haría falta un proceso de sensibilización de la ciudadanía”.