Kurtzegan es una cima situada a 863 metros de altitud que mira de frente al farallón calizo de Itzina y justo al otro lado, a la Sierra Salvada. Es esta la mejor panorámica que existe del macizo kárstico, dentro de la limitación del Parque Natural de Gorbeia. Pertenece a Orozko. En ese lugar hubo un menhir que cayó. Seguramente estuvo más tiempo tumbado que recto. Un montañero lo documentó. Se alzó y se recuperó. Todo un logro que se agradece, pues su fisonomía fálica, puntiaguda y altiva, destaca desde muchos lugares de Gorbeia.

La ruta circular desde Zubiaur hasta Kurtzegan es una zona tranquila en la que muchos días no ves a nadie. Son cuatro horas sin dificultad alguna y con 700 metros de desnivel. Accedemos por el barrio de Garai y hacemos dos cumbres seguidas al llegar al cordal, Lobantzu (683 metros) y Ubizar (674 metros). En un momento tocamos al menhir de Kurtzegan. El regreso es recomendable hacerlo por Sendegi ya que así podremos transitar por varios bosques, amén de ser cuesta abajo.

Félix Mugurutza fue quien lo detectó en 1997. Envió una carta a la Diputación Foral de Bizkaia, a la atención de Juan Mari Apellaniz, entonces director de Arqueología y catedrático emérito de la Universidad de Deusto, en la que dejaba constancia de la existencia del menhir en el suelo, caído y roto. La misiva se guardó en un cajón sin darle valor e importancia al hallazgo. Tuvieron que pasar 14 años para que este colosal megalito fuera levantado por la Diputación, entre los meses de mayo y junio de 2011, en el punto donde se presupone que estaba. Indagando sobre este acontecimiento me aparecen es de recibo citar a las tres mujeres que participaron en las labores de restauración de este menhir: Dolores, Mercedes e Isabel, de Petra S. Coop.

Creo que es el segundo más alto en pie (al aire) del Estado y compite por igual medida con otro vasco. Me consta que Mugurutza apoyó esa carta de presentación con una maqueta de cartón de la que nunca más se supo. Félix lo contó en DEIA en su blog El arca de no sé el 17 de abril de 2018.

Son dos bloques que corresponden a una misma pieza ensamblados por el arqueólogo Juan Carlos Rodríguez Quintana y Amagoia Guenaga, de Airi (Gernika-Lumo). Lleva un corsé de titanio que lo hace único en el mundo, un menhir con sujetador, precioso. Incluso suelo decir que tiene un efecto turístico montañero.

Muy cerca del lugar catalogamos una cantera molera en el trabajo que hemos realizado para Aranzadi y la Universidad de Grenoble (Javi Castro, Proyecto Errotarri) cuyo topónimo en la cota 768 metros hay que leerlo dos veces para decirlo bien: Eginibidemanatxisategi. Anduvimos por allí el día 8 de diciembre de 2018. Pero hace poco, yendo de nuevo al lugar porque un informante nos dijo que había restos de otras piedras de molino que no vimos, el 6 de agosto del año pasado, lo que sí encontramos fue el posible taller de los menhires. Nos llamó la atención el acopio de unas ocho piedras gigantes ya esculpidas al 90% pero sin llegar a ser movidas y alzadas donde habrían pensado ponerlas.

El otro menhir con el que compite por tamaño es el de Mugarriluze que lo localizó Bitoriano Gandiaga en 1964. Gandiaga era fraile franciscano del convento de Arantzazu y el monolito de una pieza fue incluido en la Carta Arqueológica de Gipuzkoa en 1982. Está situado en lo alto de la sierra Elgea-Urkilla, en la cima de Zekillaga, junto al mojón separador de Oñati y Donemiliaga, a cota de 1.150 metros, tumbado en terreno del concejo de Axpuru. Ambos tienen una largura de 5,40 metros.

El biólogo Juan Manuel Pérez de Ana publicaba en 2011 sobre la restauración del menhir de Kurtzegan. También citaba el de Mugarriluze y otros de cinco metros: los de Zaho en Benafarroa, y Luurzu (o Lohilurtze) en Baztan.

Mi compañero de Aztarna, Luiso López, escribía en junio 2021 el artículo El menhir y la luna en el que cuenta que estos megalitos se construyeron en el Neolítico y datan de entre 5.000 a 2.000 años A.C. Kurtzegan parece datar de hace unos 3.000 años y se encuadraría en la Edad de Bronce. Luiso presenta otros menhires, alineados, en la zona de influencia de este, al sur de Gorbeia: el de Larraluce, Abaro, Egileor, Usengatxo, Pagozarreta, Arlobi o Zastegi.

El 9 de septiembre de 2017, Susana Martín, escribía sobre esta piedra colosal en las páginas de DEIA. Creo que será la primera entrevista con el menhir de Kurtzegan por testigo y, suerte la mía, fui el protagonista.