La Diputación Foral de Bizkaia ha abierto ya los nuevos recursos asistenciales de emergencia para menores extranjeros que permitirán descongestionar la red de acogida, al límite tras la llegada "masiva y sostenida" de jóvenes al territorio. Además, la portavoz foral, Leixuri Arrizabalaga, ha advertido este jueves al Gobierno español de que se está perdiendo "mucho tiempo" para lograr un reparto justo entre las diferentes comunidades autónomas y le ha exigido, frente a su actual "inacción", que dé "un paso al frente" para abordar este drama humanitario.

Desde hace meses, a Bizkaia están llegando una media de tres menores al día, lo que lo ha convertido en el territorio con mayor número de menas en relación a su población y a Euskadi en la cuarta comunidad con mayor presión migratoria. Actualmente, son 602 los menores extranjeros no acompañados que se acogen en la red residencial. Los 16 centros de acogida, cuatro de ellos abiertos en el último año, no dan abasto para atenderles. La Diputación Foral decretó el pasado jueves la situación de excepcionalidad ante esta llegada masiva y sostenida para poder plazas de acogida de emergencia que permitan descongestionar una red que no daba más de sí. "Bizkaia no puede más, estamos al límite y no sabemos con qué nos vamos a encontrar dentro de un mes", advertía en ese momento Arrizabalaga.

La Diputación confía en que el Gobierno español, el Gobierno de Canarias y el PP desbloqueen esta tarde la reforma de la Ley de Extranjería para permitir derivar a los menores migrantes no acompañados a otras comunidades autónomas de forma obligatoria, "tal y como desde esta institución se ha requerido". El artículo que se pretende cambiar es el 35, cuya redacción actual expone que "las comunidades autónomas podrán llegar a acuerdos con las comunidades autónomas donde se encuentren los menores extranjeros no acompañados para asumir la tutela y custodia, con el fin de garantizar a los menores unas mejores condiciones de integración". La propuesta del Ejecutivo estatal es que, en vez de ser una opción, se convierta en una obligación siempre y cuando se produzca una sobreocupación del 150% respecto al número de plazas disponibles en el sistema de protección de personas migrantes menores de edad no acompañadas.

Mano tendida

La portavoz ha vuelto a insistir en la necesidad de que el Ejecutivo de Pedro Sánchez "rediseñe" un plan de contingencia, "en el que Bizkaia colaboraría tal y como lo está haciendo hasta ahora. Eso sí, siempre y cuando se siga ese reparto equitativo" al que se viene apelando desde las instituciones vascas. "Esperamos que el Estado español, que es el competente, rediseñe ese plan de contingencia y que dé respuesta a las necesidades que Bizkaia plantea. Es preciso un reparto justo y equitativo de los menores y quien tiene que dar ese paso adelante es el Gobierno estatal", ha reiterado.

Arrizabalaga ha lamentado asimismo que en la reunión de la Conferencia Sectorial de Infancia y Adolescencia del pasado martes entre Moncloa y las comunidades autónomas fue "una oportunidad perdida". En este sentido, ha advertido de que "se han perdido meses, se ha perdido mucho tiempo" desde el último encuentro del órgano. "Después de haber realizado varios llamamientos al Estado para que planteara instrumentos para canalizar un reparto más equilibrado entre las comunidades autónomas esperábamos que hubiera algún avance y, muy a nuestro pesar, vemos que no ha sido así", ha criticado. En cualquiera caso, el territorio "seguirá como hasta ahora atendiendo con los recursos disponibles y con los puestos también a disposición de estos y estas menores desde la aprobación de la excepcionalidad que ha tenido efectos inmediatos ya desde el jueves pasado".

Una situación de excepcionalidad que entró en vigor "inmediatamente después de su aprobación" en el Consejo de Gobierno la semana anterior y que ha permitido poner en marcha "todos los recursos pertinentes", aunque ha recordado que no se puede "detallar ni cuáles son ni dónde se ubican" por "una cuestión legal" al tratarse de personas menores de edad. El objetivo, ha explicado, es que "la asistencia sea la mejor posible y en las mejores condiciones" y, por tanto, se trata "tanto de reubicar a quienes llegan nuevamente, como también a quienes ya están en recursos que no están siendo los adecuados debido al volumen de los menores que allí se concentran".