La Diputación de Bizkaia someterá a la autopista AP-68 a un "reacondicionamiento integral" cuando asuma la gestión de la infraestructura en noviembre de 2026. Es por ello por lo que han tomado la decisión de mantener los peajes en el tramo vizcaino, ya que se prevé una "importante inversión" en los próximos años para adaptar la autopista a los estándares de calidad que mantiene la institución foral en su red de carreteras.
El PP ha pedido este miércoles en el pleno de control de las Juntas Generales la comparecencia del diputado de Infraestructuras y Desarrollo, Carlos Alzaga, para que explicara los criterios que han llevado a la Diputación a mantener los peajes en Bizkaia, "cuando se trata de una autopista con casi 50 años de existencia y estando ya de sobre sufragada", ha criticado su portavoz, Raquel González.
En su respuesta, Alzaga ha advertido de que la normativa europea obliga a los camiones a pagar peajes en vías de alta capacidad y de que hasta dos tercios de los vehículos que circulan por esa autopista no son de Bizkaia, "por lo que si no hubiera peajes no contribuirían a su mantenimiento". Además, cuando la Diputación pase a gestionar la vía, será necesario realizar un "acondicionamiento integral" del tramo vizcaino para adaptarla a los estándares de calidad del territorio, y que precisará una inversión importante.
Además, el diputado ha alertado de los efectos negativos que conlleva la liberalización de carreteras, como ha ocurrido en la A-1 entre Miranda de Ebro y Burgos, y la A-2, entre Zaragoza y Barcelona, "con un pésimo estado del carril derecho, que empeora notablemente la seguridad de los vehículos ligeros y pesados, y en la que, debido al elevado tráfico de vehículos pesados, se producen innumerables adelantamientos camión a camión, que hacen que la velocidad promedio del vial caiga en picado y que el nivel de servicio de una presunta vía rápida se sitúen en mínimos muy alejados de los estándares exigibles a una vía rápida como una autopista".