El Ayuntamiento de Trapagaran elevará a los juzgados una denuncia por “estragos y okupación” contra los 13 jóvenes que al parecer okuparon en el mes de agosto el antiguo parque foral de Bomberos y que este mismo martes derivó en una actuación policial que se saldó con la detención de tres de los okupas y el apercibimiento al resto de su situación de ilegalidad. “De momento tenemos ya el informe policial de la actuación en la que intervinieron la Ertzaintza, la Policía Judicial de Extranjería y la Policía Local. En cuanto tengamos el informe que está elaborando la oficina técnica sobre el estado de las instalaciones forales en las que se han detectado enganches ilegales en la luz y el agua y que presenta claros indicios de inhabitabilidad acudiremos a la Justicia para que los okupas sean desalojados de este edificio”, informó el alcalde de Trapagaran, Miguel Ángel Gómez Viar.

Se da la circunstancia de que el pasado día 17, el PNV registró un escrito en el que tras denunciar “la absoluta dejación de sus funciones que hace este equipo de gobierno” solicitó “las medidas oportunas para que no sigan entrando [al edificio okupado] más personas de las que están”. El alcalde, por su parte, negó la mayor y acusó a los jeltzales de haber dejado “una herencia envenenada” al pueblo de Trapagaran al firmar un convenio sobre un bien que “nunca será del municipio”. “Este marrón también nos lo vamos a comer”, reseñó.