Uno de cada tres casos de cáncer surgen a raíz del consumo del tabaco. En la actualidad, con la aparición de nuevos dispositivos, como los vapers, los hábitos de consumo entre la juventud han cambiado.

En un estudio elaborado por la asociación estatal contra el cáncer, más de la mitad de las 1.730 personas encuestadas, de entre 16 y 21 años, afirman que es un hábito que está de moda porque lo hacen actores, streamers e influencers, entre otros.

En la misma muestra más de cuatro de cada diez admite que fumar les hace parecer más interesantes, mientras que más de tres cada diez considera que tener un cigarro encendido en la mano les facilita la posibilidad de hacer nuevos amigos o de ligar.

2030 sin humos

Unas cifras que han hecho reflexionar a la juventud, que ya se ha puesto manos a la obra con el objetivo de conseguir la primera generación libre de humo para el año 2030 a través del #ProyectoZero.

Para hacerlo realidad, jóvenes activistas se reunieron en la mañana de ayer en Euskalduna Bilbao con más de 2000 alumnos de centros educativos y con representantes del Gobierno vasco y ayuntamientos de Bizkaia para transmitir las necesidades que tienen los más jóvenes en la lucha contra el tabaco y los nuevos dispositivos ya que el cigarro es la segunda sustancia psicoactiva de mayor consumo entre el alumnado de 14 a 18 años.

Mandila Acharya, María Fernández y Leire Zurita son representantes del proyecto que explicaron que “el objetivo del proyecto es conseguir para el 2030 una generación de juventud libre de tabaco”.

Efectos nocivos

Reconocieron que es una labor “complicada” pero consideraron que si lo hacen “con la determinación y la esperanza que tenemos, podemos intentar concienciar y sensibilizar a la juventud de lo importante que es dejar de fumar”.

Según explicaron, lo llevarán a cabo transmitiendo la información que reciben por parte de médicos “que nos explican los efectos nocivos”. Un conocimiento que trasladarán a los más jóvenes “informándoles de los riesgos, de todo lo que no se sabe o no se quiere escuchar”.

Las representantes del proyecto solicitaron a las autoridades allí presentes una legislación sobre los nuevos hábitos de consumo “para intentar cortarlo ya y que no llegue al punto que lo hizo el tabaco”.

En este sentido, apuntaron que con las novedades que están llegando al mercado “la industria tabacalera consigue buscar una alternativa que suene mejor”.

Identificaron el vaper “como una gominola o un chicle”. Además, matizaron que el uso del mismo es superior al tabaco. “Como no hay prohibiciones se fuma dentro de las discotecas, en los bares, en colegios, en la universidad, etcétera. Un elemento que califican como “tobogán” al tabaco.

"Víctimas pasivas”

Acharya, Fernández y Zurita no se olvidan de las víctimas pasivas del tabaco, es decir, aquellas que no lo consumen pero en su día a día lo respiran. Van un paso más allá del humo que se puede respirar en la terraza de un bar. Les preocupa, sobre todo, “los niños en familias que sus padres fuman en casa” ya que señalaron que “están respirando algo tóxico”.

En los últimos años, las medidas sobre el consumo del tabaco en los espacios públicos se están multiplicando. No es necesario retroceder muchas años para poder encenderse un cigarro en un avión, en la universidad, en un bar o en un restaurante, entre otros espacios cerrados. No obstante, las representantes del proyecto quieren que se llegue a la existencia de más espacios sin humo e incluso, a la restricción de los jóvenes al tabaco. 

“¿Por qué una persona de 16 años puede acceder a un paquete de tabaco?", se preguntaron. Además, en esta dirección, también se cuestionaron cuál es el verdadero motivo por el que a los jóvenes nos les parece malo fumar. Apostillaron que tienen constancia de que hay quien lo utiliza “como una vía de escape al no saber gestionarse emocionalmente” citando problemas de estrés o ansiedad. Unos hábitos que esperan cambiar en los próximos años.