Con el pelo empapado en sudor, con la camiseta mojada, los mofletes rojos y una sonrisa de oreja a oreja. Así salen del parque de hinchables más grande del mundo que se ha instalado en Barakaldo todos los que lo pisan. "¡Ha sido una pasada!", exclamaba Nerea al reencontrarse con sus padres tras haber pasado 80 minutos saltando sin parar en FunBox.

Había acudido con un grupo de amigas, todas ellas de 14 años, y aseguraban que era una experiencia para repetir. "Hemos vuelto a divertirnos en una atracción en la que solo montábamos cuando éramos más pequeñas. Ha sido genial", explicaban. De catorce, de cuatro y de cuarenta, da igual la edad porque todos se lo pasan en grande. "Normalmente hacer una excursión con varios niños es una turra, solemos echarlo a suertes entre los padres a ver quienes van, pero en esta ocasión a los padres que nos ha tocado venir hemos tenido suerte porque ha sido muy divertido", aseguraba Unai, aita de Carla y Erlantz.

Instalado en el Recinto Ferial de Ansio, cuenta con 4.000 metros cuadrados y dentro se puede disfrutar a lo grande con toboganes de hasta siete metros, carreras de obstáculos, zonas de escalada y hasta una canasta gigante. Con una capacidad para 500 personas, su apertura ha rozado casi el tope, ya que han sido cientos de personas las que se han apuntado al plan. Los niños menores de dos años no pagan entrada, pero aún así pueden disfrutar en todas las instalaciones e incluso tienen una dedicada a los más pequeños.

Diez áreas de juego y zonas de descanso

Durante 80 minutos mayores y pequeños disfrutan saltando en 10 áreas de juego diferentes. En esa casi hora y media hay quien necesita parar pare coger fuerzas. Asier acudió al bar que está instalado dentro del parque para refrescarse porque aunque sus hijos "son incombustibles" él "ya tiene una edad". "Es una maravilla jugar con ellos porque normalmente ellos entran y tú te quedas fuera a esperar, aquí puedes compartir ese momento tan divertido con ellos", contaba mientras recuperaba fuerzas para seguir saltando.

Estará abierto hasta el próximo 10 de noviembre, jueves, viernes, sábados y domingos, aunque en caso de lluvia o viento, el espacio permanecerá cerrado. Para acudir, es necesario llevar calcetines. Las entradas para poder disfrutar de uno de los pases están disponibles en la página web de la organización. Los precios para poder saltar sin parar durante ochenta minutos oscilan entre los 9 y los 16 euros.