No es necesario ser mujer, ni si quiera madre, solamente hay que tener la capacidad de dar cariño. Eso es lo que busca el programa Mamás en Acción en sus voluntarias y voluntarios. Este otoño la iniciativa llega a Bizkaia, por lo que se encuentran en plena búsqueda de personas que puedan acompañar a los niños y niñas que pasan en soledad sus ingresos en el Hospital Universitario de Cruces. Su objetivo es claro: que no haya ningún niño solo en los hospitales. 

Amparo Arona empezó como voluntaria hace 10 años y asegura que “aunque suene a tópico, es una experiencia en la que recibes mucho más de lo que das”. Su primer acompañamiento le marcó profundamente porque “la situación del niño era complicada y delicada” y asegura que entonces descubrió que era en lo que quería invertir su tiempo. "Me ayudó a darme cuenta de que estaba donde quería estar”, sentencia. “A veces entras a un turno y llevas tus problemas y te aseguro que salgo y digo: Dios mío gracias por estar donde estoy. Porque hay situaciones verdaderamente lamentables y la soledad no deseada en los niños es muy dura”, confiesa sobre su experiencia. 

El proyecto nació en Valencia en 2013 de la mano de Majo Jiménez cuando fue consciente de que “increíblemente había muchos niños solos en los hospitales”. Ella, junto a otras mujeres, empezaron a acompañar a estos niños en el Hospital Universitario La Fe de Valencia y, según explica Arona, tras un congreso de humanización en el que se expuso que los niños que acompañaban “se recuperaban antes, que los menores maltratados no desarrollaban los patrones agresivos adheridos a la agresión recibida, y que se ayudaba a las familias a conciliar evitando más desamparo”, muchos otros hospitales se pusieron en contacto con la organización de Mamás en Acción. Entre ellos, el Hospital Universitario de Cruces. 

Más allá de menores tutelados

En el hospital vizcaino, señala Arona, no solo está la necesidad de acompañar a menores tutelados que son ingresados, sino que también hay “muchos casos de padres y madres desplazados y migrantes que no tienen red de apoyo, que están en situaciones complicadas y que necesitan de nuestro acompañamiento”. Por ello, se encuentran en una búsqueda activa de voluntarios que acompañen a estos niños en sus momentos de soledad en el hospital.

Desde Mamás en Acción centran sus acompañamientos en tres perfiles de menores diferentes. Por una parte están los niños víctimas de maltrato, renuncias a parto o situaciones similares, a los que se les dedica 24 horas de acompañamiento. Por otra están los hijos de familias en riesgo de exclusión, con enfermedades terminales o crónicas, en las que los padres deben dejar el trabajo para acompañar a sus hijos en el hospital. En estos casos se ayuda a los padres en la conciliación, con turnos para que puedan ir a trabajar, por ejemplo, pero sin sustituirles. Y por último están los niños tutelados, que viven en residencias infantiles, y en estos casos se realiza un acompañamiento pero no se suplantan, en ninguno de los casos, a los perfiles profesionales.

Formaciones de los voluntarios en Bizkaia

El próximo 3 de octubre se presentará el programa de forma oficial en el Colegio de Médicos de Bizkaia y el día 4, en el Hospital de Cruces, se llevarán a cabo las formaciones con las personas que se hayan apuntado como voluntarias. Según indican, la comunidad de voluntarios de Mamás en Acción es muy heterogénea, desde 18 hasta los 99 años. “No hace falta ser mujer para ser mamá en acción. Aquí somos hombres, mujeres, papas, mamás, tíos, tías, universitarios, solteros… con algo en común, la capacidad de dar amor y cariño gratis”, señalan.