Ya queda poco para que el Ayuntamiento de Durango haga realidad un proyecto que comenzó hace casi catorce años. Se trata de la variante Urki Hegoalde que unirá el barrio de Tabira con la rotonda de Montorreta, junto a la empresa ONA y el supermercado Alcampo y que conseguirá descongestionar el tráfico que ahora atraviesa la localidad. Según estimaciones del Ayuntamiento de Durango, se espera que entre en funcionamiento a finales de este año, unos meses antes de los previsiones iniciales ya que en la presentación se anunció su apertura para principios de 2025. La adjudicación del último tramo se licitó por un valor de 3.508.335 euros en febrero de 2023 y las obras están a punto de terminar.
Con la apertura de este vial, se ampliará el tráfico rodado lo que impulsó al Consistorio a aprobar una partida de 18.000 euros para la instalación de gálibos de limitación de altura en Urki Hegoalde, anticipándose al mayor tráfico en la zona y limitando el paso a vehículos de gran tonelaje.
Los inicios del esperado proyecto se remontan a 2010 y dada la envergadura y los elevados costes de la infraestructura su ejecución desarrollado en cuatro fases. La primera comenzó en 2010 y finalizó dos años después con una inversión de algo más de un millón de euros. Hubo que esperar cuatro años para el inicio de la segunda fase en 2014 con un desembolso de 1,4 millones de euros. La tercera fase dio los primeros pasos en agosto de 2018 con unos trabajos que concluyeron en febrero de 2019 por un valor de 825.000 euros. Y ahora, con las obras de la cuarta fase, el final de este proyecto está muy cerca. De hecho, se apunta que será cuestión de semanas la apertura del vial.
“Estratégico”
Con esta nueva carretera, los vehículos podrán transitar desde Abadiño hasta la N-623 sin tener que pasar por el centro de Durango, no así los camiones, que deberán seguir circulando por la variante entre Iurreta y Durango. “Uno de los mayores conflictos viarios en nuestro municipio se produce en la entrada desde Abadiño, en las calles Faustebidea y la rotonda de Gernikako Arbola, ya que en ese punto se mezclan quienes quieren acceder al centro y quienes quieren coger la carretera hacia Izurtza. Con estas obras reduciremos la cantidad de tráfico que pasa por el centro de Durango y el tiempo para acceder a la N-623. Es un proyecto estratégico para Durango. A través de este vial conseguiremos que todo el exterior de Durango esté conectado a través de distintas carreteras, evitando que los coches que no lo necesiten no entren al centro”, explicaron responsables municipales.
Además otra de las claves de la nueva variante Urki Hegoalde será el impulso al sector industrial de Eguzkitza, facilitando a las empresas implantarse al otro lado del polígono de Astola en Abadiño, y posibilitando, a su vez, la creación de empleo para Durango y la comarca de Durangaldea a corto o medio plazo. l
LA VARIANTE
l Plurianual. Dada la envergadura del proyecto y debido a su alto coste, hace catorce años se decidió que el vial se ejecutaría en cuatro fases.
l Fases. En 2010 comenzó la construcción del primer tramo que finalizó dos años después. En 2014 arrancó la segunda fase mientra que la tercera fue en 2018. El último y cuarto tramo se licitó en 2023 y las obras están a punto de finalizar.
l Apertura La variante conectará la carretera de Abadiño con la N-623 que se dirige a Gasteiz y a la AP-8 tanto en dirección Bilbao como Donostia.