En unas semanas Iurreta acometerá la reurbanización de la calle Bidebarrieta, paralela a la N-634, proyecto compartido con los vecinos y vecinas en 2023. En una primera fase, los trabajos se desarrollarán desde la gasolinera hasta la calle Askondo y más adelante se ejecutará el tramo que queda hasta la calle Bidebarrieta. Ya se ha cerrado la licitación por un importe de 1,5 millones de euros y, tras el verano, el Ayuntamiento local prevé adjudicar las obras, cuyo plazo de ejecución se estima en nueve meses.
Una vez que comience la transformación, que se extenderá a 1.100 metros cuadrados, se eliminarán en torno a 94 plazas de aparcamiento. Por ello, el Ayuntamiento iurretarra proyectó abrir un nuevo parking al otro lado de la calle. Un espacio sólo para residentes, con la misma capacidad de 94 plazas, tres de ellas adaptadas, que se inauguró el pasado 22 de julio y que ha supuesto un desembolso de 380.000 euros, tras en torno a diez meses de adecuación.
Según recoge el proyecto, esta actuación persigue “devolver el uso de la calle Bidebarrieta al peatón y eliminar las barreras de accesibilidad urbana, además de revisar, reparar, sustituir o, en su caso, crear redes de infraestructuras”. Asimismo, se prevé también instalar nueva iluminación, terminar la pavimentación del resto de la calle y dar espacio a las zonas verdes con jardineras y nueva vegetación.
Supondrá una nueva transformación de la localidad, después de que paralela a esta calle, en 2021, concluyeran las obras de conversión de la N-634 en una travesía urbana. En un recorrido de 700 metros se habilitaron un bidegorri, varios pasos elevados con semáforos y tres rotondas. Una actuación clave para el municipio que ha permitido dar una mayor cohesión, posibilitando la permeabilidad entre las dos partes del municipio y, en definitiva, sentar las bases del futuro desarrollo urbano de Iurreta en torno a este eje y a ambos lados de Bidebarrieta, que empezará a lucir su renovado aspecto a finales del próximo año.