Escribir sobre bolos a katxete en una sociedad aletargada por el fútbol con excelsas excepciones como la pelota o las regatas en las que Euskadi pinta algo en los informativos de la televisión autonómica e incluso estatal, es un ejercicio de masoquismo cultural porque, a sabiendas de que es un deporte minoritario y singular incluso en el mundo de los bolos en general, el katxete es más de Ezkerraldea y Meatzaldea que las minas y los altos hornos. Por eso y por muchos más motivos, como que el deporte rural del katxete ha incorporado con naturalidad, hace más de una década, la participación activa de las mujeres –otrora meras espectadoras– es un placer señalar que el Campeonato de Euskadi masculino tiene un nuevo titular, el barakaldarra del desaparecido carrejo del barrio de Basatxu y hoy día encuadrado en el carrejo zierbanato de La Arena, Oskar Familiar.

Un bolari de 52 años que ayer tuvo que emplearse con su mejor factura para imponerse al uriostarra Jagoba Malaxetxebarria, que a su 23 añitos ha presentado credenciales para ser uno de los nombres que pueden pasar a la historia de este deporte de aldeanos. Y no es este un calificativo peyorativo sino la constatación de que este deporte no bebió de modas ni de importaciones y que gracias al apoyo que brindan los ayuntamientos de Abanto-Zierbena, Barakaldo, Ortuella, Trapagaran o Zierbena sigue mostrando un digno ejemplo de como puede uno divertirse y competir en un deporte que exige fuerza, puntería y temple y que sin duda es digno de más de un programa ezagutu para promover su práctica y conservación .

Prueba de las posibilidades que ofrece este deporte autóctono del que no existen referencias claras sobre su origen, es la final que ayer confrontó la veteranía contra el empuje de la juventud para regocijo de los aficionados y aficionadas congregadas en el zierbanato carrejo del barrio de La Arena donde los finalistas del campeonato vasco levantaron sonoras ovaciones. Una de ellas, en pleno desenlace de las posibilidades de ambos bolaris fue la bola 51 donde el joven uriostarra Jagoba Malaxetxebarria marcó nueve bolos –un registro que ha repetido en todas la fases del torneo– pero que sin embargo no fueron suficientes para doblegar el juego seguro y templado de su oponente, Oskar Familiar, que cuatro bolas después cerraba la contienda con 260 bolos en su casillero por 236 de su contrincante.

Una final memorable que deleitó a la parroquia asistente al envite en al que no faltaron ilustres bolaris como Javier Gorostiaga, Pedro Familiar o Javier Lores, poseedores de 10, 9 y 7 entorchados vascos respectivamente al que ahora se suma Oskar Familiar con este cuarto título de Euskadi. “Creo que ha sido una final bonita de gran nivel y más igualada de lo que a priori pueden marcar los datos finales porque Jagoba no ha regalado nada y máxime con los antecedentes que tenía en todo el campeonato. Yo pensaba que en la bola 50 ya estaba la cosa resuelta pero cuando ha tenido otra oportunidad y he visto las bolas en las que ha hecho 9 más 8... La verdad que el campeonato se podía complicar”, señaló Oskar Familiar que al igual que su oponente en el día de ayer volverán a verse las caras en el concurso del 31 de julio en fiestas de La Arena y seguramente encabezando a sus equipos en el Torneo Interpueblos del 14 de septiembre.

Campeonato de Euskadi

Zierbena. El carrejo del barrio de La Arena de Zierbena acogió ayer la XLII edición del Campeonato de Euskadi de bolos a katxete masculino que se saldó con la victoria del barakaldarra Oskar Familiar que logró hacer un media de 5 bolos por bola lanzada lo que le otorgó su cuarta txapela.

El dato

260

Oskar Familiar cerró el campeonato en la bola 52 con 260 bolos frente a los 246 de su oponente Jagoba Malexetxebarria.