El Puente Bizkaia, conocido popularmente como el Puente Colgante, ha celebrado este sábado por la mañana su 131 aniversario con diversas actividades que han hecho que los ojos de turistas y vecinos se centren, aún más si cabe, en la mítica estructura. Los saltos de goming que se han llevado a cabo han sorprendido a algunos de los que paseaban junto a la ría. "Iba con cascos y nos he escuchado nada, solamente he visto caer una persona y me ha dado un vuelco al corazón", ha comentado entre risas un vecino de Portugalete a unos amigos que se había encontrado en el paseo.

Esa persona era Amaia Aguirre, que estaba disfrutando de su regalo de cumpleaños. Tras bajar del puente, las manos y la voz le temblaban. Sin embargo, ha asegurado que ha sido una experiencia "increíble". "Antes de saltar no estaba nada nerviosa, he subido al puente muy tranquila, pero cuando he escuchado la cuenta atrás he dicho 'esto se pone serio', y ahí me ha empezado a temblar todo", ha confesado mientras se recuperaba del subidón de adrenalina.

A pesar de haber sido una experiencia que "sin duda" repetirá, ha matizado que será dentro de un tiempo. "Todavía tengo que asimilar el salto de hoy porque ha sido una pasada. Cuando me recupere volveré a hacerlo sin ninguna duda", ha explicado.

Quienes han visto saltar a Amaia y al resto de personas han confesado tener el corazón en un puño. "Me pongo nervioso solo de verles saltar, así que no me quiero imaginar estar ahí arriba", ha indicado Pedro Juez, que cada fin de semana pasea por la zona.

Concurso de pintura

Para quienes han preferido festejar el 131 aniversario del Puente Bizkaia de una manera más relajada y artística, se ha organizado un concurso de pintura rápida. Han sido varios los que se han animado a hacerlo, entre ellos, Arantxa Zorroza, que lleva pintando toda la vida al ser la pintura su "válvula de escape" aunque pocas veces se anima a pintar en la calle, a la vista de todos. "Hace un día maravilloso para pintar en la calle, lo que pasa es que me frena que como soy bastante tímida las personas se paran a preguntar, pero vaya, es algo normal porque yo también lo hago cuando otros pintan", ha asegurado.

Ha pintado el Puente Colgante infinidad de veces, aunque "no es lo mismo hacerlo en casa que aquí". "La zona de la ría me encanta, pero es muy difícil y más hacerlo al natural y con movimiento", ha explicado.

Además de estas actividades, se ha organizado también un concierto de Lady Carrot and The Clocks y juegos para los más pequeños para que de esta manera, todas las personas, independientemente de su edad y gustos puedan disfrutar del aniversario del Puente Colgante, que el 28 de julio de 1893 se convirtió en el primer puente transbordador del mundo de estructura metálica y en un ejemplo para los que vinieron después.

Su historia

El Puente Bizkaia se diseñó hace ya 131 años para unir ambas márgenes sin entorpecer la navegación y funcionó de forma ininterrumpida hasta que en la Guerra Civil fue destruido su tablero, que se reconstruyó para, en 1941, retomar un servicio que ha llegado a día de hoy.

En ese final del siglo XIX, el puente presentó un innovador diseño con cuatro torres de hierro de 61 metros de altura, dos a cada lado, unidas por un travesaño de 160 metros de longitud situado a 45 metros de altura sobre el que se desliza un carretón que sujeta, mediante cables, la barquilla que va de una orilla a otra. En esa barquilla, pasajeros y vehículos cruzan cada día la ría en un viaje que dura poco más de un minuto entre las localidades de Portugalete y Getxo.