El fenómeno de la migración irregular suele tener un repunte en el ámbito de la actualidad informativa cada verano. Eso se debe a que las condiciones meteorológicas ayudan a que un mayor número de personas se atrevan a echarse al océano en embarcaciones atestadas  para cubrir la distancia existente entre el continente africano y la Europa en la que depositan sus sueños de futuro. Una ilusión por la que están dispuestas a dejarse la vida en el empeño. Ese es, por desgracia, el destino fatal para muchas de ellas. Algunas otras sobreviven a ese primer trance, pero después, una vez en territorio europeo, se encuentran con otro calvario para poder salir adelante sin un techo bajo el que cobijarse. Esto es lo que les ha ocurrido a cerca de un centenar de migrantes que, desde el pasado mes de octubre, se han establecido en diferentes asentamientos ubicados en una zona boscosa del municipio de Berango lindante con el de Getxo. Allí residen a la intemperie, durmiendo en tiendas de campaña y organizándose como pueden para intentar convivir lo más dignamente en unas condiciones tan penosas. Una situación que ha salido a la luz pública esta misma semana y que “nos remueve a todos”, según confesaba ayer la diputada general de Bizkaia, Elixabete Etxanobe, en una entrevista concedida a Radio Euskadi.

Pero, como suele ocurrir en estos casos, lo del campamento de Berango no es más que la punta de iceberg de un problema de mucho mayor calado. Asentamientos como estos se pueden hallar en otras localidades vizcainas. Lo que hace unos años era una imagen prácticamente limitada a ciertos parajes del entorno de Bilbao se ha extendido a otros municipios en un territorio de reducidas dimensiones y bien comunicado. “Este fenómeno de la migración no es algo puntual, sino una necesidad estructural que no se limita a los menores y que atañe también a otros colectivos”, señaló Etxanobe, para quien este asunto “requiere un esfuerzo y una respuesta como sociedad acogedora y respetuosa con los derechos humanos”.

"La realidad actual es que tenemos que decir basta. Tenemos que poner un límite porque si no estaríamos haciendo la ficción de que nuestro recursos también son ilimitados y eso no es así”

Pero, a la vez que reclamaba esa solidaridad colectiva para proporcionar a estas personas unas condiciones mínimamente dignas, Etxanobe hacía un ejercicio de realidad y advertía de que el sistema de acogida de migrantes en Bizkaia “está a punto de estar al límite”. 

En ese sentido, se manifestaba con especial rotundidad al referirse a la situación de los menores no acompañados y al reparto para su acogimiento entre las diferentes comunidades autónomas del Estado. Así, Etxanobe incidía en que “la realidad actual es que tenemos que decir basta. Tenemos que poner un límite porque si no estaríamos haciendo la ficción de que nuestro recursos también son ilimitados y eso no es así”.

Responsabilidad

La diputada general de Bizkaia recordó que, la semana pasada, al hilo de la conferencia sectorial celebrada el día 10 en Canarias para la distribución de menores migrantes no acompañados por todo el territorio estatal, exigían “responsabilidad” en dicho reparto y que fuera “justo”. Etxanobe se mostró especialmente crítica en este aspecto. “Lo que no puede ser es que haya comunidades autónomas mirando hacia otro lado y nosotros sigamos, de forma continuada, abriendo recursos, como lo hemos estado haciendo todo este año”, aseveró. 

"Lo que no puede ser es que haya comunidades autónomas mirando hacia otro lado y nosotros sigamos, de forma continuada, abriendo recursos, como lo hemos estado haciendo todo este año"

La diputada general recordó que “ayer -por el martes-, estábamos acogiendo a 540 menores no acompañados”, mientras que “la semana pasada, el día de la conferencia, eran 511”. Para poner estas cifras en contexto, añadió que “son exactamente más del doble de los que atendíamos el año pasado en la red foral”. Además, en virtud de los datos que se ponían encima de la mesa en dicha conferencia, se evidenciaba que “en proporción de la población que tiene la Comunidad Autónoma Vasca, nosotros estábamos haciendo un esfuerzo más del que nos correspondía, mientras otras comunidades no hacían el mismo esfuerzo”.

“Nosotros pensamos que es una cuestión de justicia, de ahí que hayamos exigido medidas contundentes, normativas y de otras instancias y también las estamos negociando con el Gobierno de España, en este caso a través de nuestro grupo vasco en Madrid”, comentó la máxima representante del ente foral vizcaino.

Etxanobe quiso destacar en todo momento que Bizkaia es “un territorio acogedor y convencido con el cumplimiento de los derechos humanos de apoyo a los colectivos más vulnerables, y más si se trata de menores, como es en este caso”. Por ello, recordó que la Diputación Foral ofrece a los menores inmigrantes no acompañados “un proyecto socioeducativo completo, un acompañamiento cuando llegan a nuestro sistema hasta que alcancen la mayoría de edad, a través de profesionales”.

En relación a la vinculación que desde algunos sectores de la sociedad se hace de este colectivo con la delincuencia, Etxanobe subrayó que el tratamiento que desde la Diputación Foral de Bizkaia se ha dado a este tema ha sido “absolutamente cuidadoso, precisamente porque se trata de personas menores y un colectivo al que de ninguna manera podemos estigmatizar”. Según apuntó, es “un porcentaje mínimo, el 2% de todo el colectivo” que atiende la red foral, “el que presenta problemas de conducta”. Contundente en esta cuestión, la diputada general dijo: “Quizás lo más fácil es estigmatizar a este colectivo, pero es una cuestión que nosotros no compartimos y no debemos fomentar ningún tipo de mensaje en este sentido”.