No había amanecido y el parque Uriguen de Mungia comenzó a recibir ayer a las primeras cuadrillas con motivo de la celebración de la LVI edición del campeonato de Euskadi de sukalki. Un certamen de reconocido prestigio que cada año congrega a una multitud de personas dispuestas a pasarlo bien y disfrutar de una comida de confraternización entre amigos y familia. Sin embargo, preparar un buen sukalki no es algo que se improvise y todavía menos, cuando se concurre al campeonato de Euskadi, que reúne a verdaderos especialistas de este guiso tradicional. Auténticos maestros de los fogones y voluntariosos cocinillas que cada año dejan el listón muy pero que muy alto.
Por ello, ante la exigente competencia que se preveía, algunas cuadrillas optaron por ir con tiempo para preparar toda la logística para después poder cocinar con calma. Y es que ya se sabe, en los fogones las prisas no son buenas consejeras.
“Hemos venido a las 4.30 horas, no había ni luz cuando hemos llegado”, explicaron los integrantes de la cuadrilla Zarragada, una familia que se reúne cada año en torno a una mesa y la cazuela de sukalki para disfrutar de esta tradicional jornada. Con semejante previsión, al mediodía tenían todo a punto para pasar la prueba de fuego ante el exigente jurado. “Está casi listo, pero ganar va a ser difícil, aunque lo importante es participar”, apuntaron.
Más allá del resultado, saborear este suculento guiso en buena compañía es el mejor premio. Sobre todo, si se cuenta en la cuadrilla con voluntarios que se encarguen del trabajo duro de pico y pala. “Hemos venido a las 5.30 horas para empezar a preparar todo. Hace falta tiempo para pochar con tranquilidad todas las verduras, hacer la carne, las patatas y luego pasar toda la salsa para que quede fina, sin tropiezos”, agregaron en la cuadrilla Mingorra Gorria.
Premios
Sobre esta línea, el certamen gastronómico organizado por Larramendi Ikastola, que sirvió para despedir las fiestas de la localidad, estuvo amenizado por Mungiako Gure Ametsa Txistulari Taldea, la trikitixa de Miren y Roberto Etxeberria, y la fanfarria Txikuri. Por su parte, Makilaren Kofradia afrontó la difícil tarea de valorar cada una de las cazuelas. Además, entre la multitud que se dio cita en el parque Uriguen se pudo comprobar que la tradición de cocinar el sukalki tiene mucho futuro gracias al relevo generacional de las cuadrillas más jóvenes que le pusieron mucho empeño. Y es que, con objeto de transmitir a las cuadrillas jóvenes esta fiesta gastronómica, hubo dos grupos de concursantes clasificados por edad: mayores y menores de 30 años. La presentación de las cazuelas para su puntuación tuvo lugar entre las 13.00 y las 14.00 horas, y ya por la tarde, se entregaron los premios. En este sentido, el podio estuvo compuesto por Txoko Caza y Pesca, ganador; Gaur Bai, segundo clasificado; y Mingorra Gorria, tercer clasificado. Todos ellos de Mungia, además.
Por otro lado, con el objetivo de impulsar la recogida selectiva de los residuos generados en el concurso, Diputación Foral de Bizkaia y Ayuntamiento de Mungia repartieron entre los participantes un kit con cinco tipos de bolsas: una amarilla para la recogida de los envases ligeros (plásticos, aluminio, latas...), una verde (para el vidrio), una azul (papel y cartón), una marrón (para los residuos orgánicos) y una gris/negra (fracción resto). Estas bolsas iban embutidas en un cartón impreso con tinta compostable que indicaba el tipo de residuo que debe ser depositado en cada una de ellas. Asimismo, se instaló una carpa en el acceso principal del recinto festivo que contó con una pequeña zona para la sensibilización de niños y niñas a través de la participación en un juego, material divulgativo y unos paneles informativos.