El mago Óliver y la maga Liuba, una pareja mágica

El mago Óliver es reconocido por llevar su magia a cada rincón de Bizkaia, ya sea a los colegios o las fiestas de los barrios. No obstante, su trayectoria como actor comenzó en el programa televisivo Zoombados. “Me faltaba algo, la labor creativa”, apunta Álvaro Óliver. Por este motivo, decidió formarse en la escuela de Juan Tamaríz mientras viajaba “por toda Europa”.

Los inicios del mago Óliver no fueron sencillos. Siendo un completo desconocido en el panorama mágico recuerda que su primer espectáculo fue en un café teatro. “No me conoce nadie, no sé cómo funciona este mundo”. Para tratar de hacerse un hueco en un mercado en el que no tenía conocimiento alguno abogó por la filosofía de, “voy a hacer que en vez de que la gente venga al teatro voy a ir yo a donde está le gente”. Entonces, con ese espíritu fue a todos y cada uno de los lugares de Bizkaia puerta por puerta “llegaba y preguntaba dónde estaba la gente joven aquí”. Después de saber cuales eran los lugares por lo que se movía la juventud fue por cada rincón ofreciéndoles en espectáculo en el que aseguraba sesenta risas en sesenta minutos. “Si tu coges al más soso del pueblo y no se ríe no me pagas”, comentaba Óliver a los lugares a los que iba. Y, repasando con un amigo, su show ha llegado “a todos los lugares de Bizkaia”.

Todo cambió hace siete años, cuando “apareció Liuba”. Ambos tomaron la decisión de juntar “tanto nuestra vida personal como artística y hemos puesto lo mejor de cada uno al servicio del espectáculo”. El momento en el que la pareja mágica comenzó a trabajar codo con codo sus vidas dieron “un giro de 180 grados”.

Ambos consideran que la “esencia” que tienen y que les “distingue” de otros magos es la “transmisión de valores en los que nosotros creemos”. “Queremos emocionar a través de valores”, puntualiza Liuba Burianska. El reconocimiento a ese trabajo diferencial llegó el año pasado cuando Óliver y Burianska se alzaron con el premio a nivel estatal en la categoría de magia cómica. Bajo el nombre de Los Inventores y con Liuba como maestra de ceremonias, aprovechan cada juego para “transmitir un mensaje que llegue directamente al corazón de los espectadores”. Es el momento en el que aprovechan para hablar de todo: autoestima, amistad, confianza, esfuerzo, gratitud…

“También hablamos de las tres palabras mágicas: por favor, perdón y gracias”. Después de consagrarse con la victoria tuvieron la oportunidad de acudir a Turín para participar en el campeonato europeo, en el que no lograron llevarse ningún premio pero consideran haber estado “a la altura”. No obstante, no ha sido un camino fácil en las competiciones. Hace tres años se presentaron en Valencia y regresaron “sin premio” pero demostraron su “esencia”.

Proyecto por Bizkaia

Tanto Óliver como Liuba adelantaron que estarán presentes “en las fiestas de media Euskadi”. También están manos a la obra en un proyecto con el que quieren llevar la magia a las diferentes localidades de Bizkaia. “Es un proyecto para los más olvidados: residencias, lugares de menores... El festival de magia que queremos hacer abarca todo esto”.

La dificultad que identifican por el hecho de que la gente vaya a los teatros hace que Liuba y Óliver vayan “a los pueblos”. De hecho, recuerdan que hace no mucho tiempo acudieron a un pueblo, bajó el alcalde y le dijo que “en el pueblo había 185 habitantes y el espectáculo lo habían visto 185 personas”. En esta dirección sienten que la magia “tiene que ser vista por todo el mundo”. Esta es la razón por la que hacen muchos espectáculos de calle y mediante una ONG, Valores Mágicos, la llevan también a los hospitales.

Hace unos años llevaron el espectáculo de magia a campos de refugiados en Grecia para cientos de miles de niños y en ese momento es en el que se dieron cuenta “del poder que tiene la magia”. “Si no estás ilusionado con nada. ¿Qué te va a curar?”. “En los hospitales hacen una buena labor pero falta esa alegría e ilusión en el día a día”, clarifica Liuba Burianska. “Un chaval joven necesita oír música, emocionarse…”, reflexionan Burianska y Óliver.

De cara al futuro el sueño por cumplir de ambos es el de “coger una autocaravana, poner magic around the world (magia por el mundo), y llevar nuestro espectáculo por todo el mundo y poder conocer diferentes culturas y sitios gracias a nuestra magia”.