Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS) son la guía que están marcando las agendas de las instituciones públicas y privadas de cara a los próximos años. Sin embargo, en Euskadi son “17 objetivos más 1”, tal y como precisó el lehendakari, Iñigo Urkullu, al recoger el premio Bihotzez en la tercera edición de los Lurra Sariak. “Somos pioneros y siempre he creído en Naciones Unidas. El trabajo con los ODS es de mejora continua. Y en Euskadi además de los 17 hay que sumarle uno más, el que hace referencia a la cultura e identidad”, aseguró el máximo dirigente vasco. De hecho, que Bilbao fuese elegida en 2022 como sede del Secretariado de Coalición Local 2030 supone, según Urkullu, que desde la capital vizcaina “podemos proyectar la extensión del compromiso en el cumplimiento de los ODS. Es un reconocimiento y una oportunidad para proyectar al mundo. Si se gestiona bien, va a ayudar a conseguir los ODS y a la internacionalización de Euskadi”.
La entrega de premios estuvo conducida por Adela González y al inicio de la misma en el auditorio de la Universidad de Deusto, Juan José Baños, director del Grupo Noticias, afirmó que se debe “hacer de las prácticas sostenibles una guía”. Y, precisamente, todos esos proyectos que miran hacia un futuro con medidas para proteger el entorno fueron los galardonados de ayer. Por ello, tal y como indicó el presidente del Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia y anfitrión del evento, Kepa Odriozola, hay que “estar en constante revisión por los cambios sociales y climáticos” que se producen y contar con todos los agentes sociales. Para ello es necesario “el fomento del talento” y avanzar “en el campo de la investigación y de la innovación” dando “un impulso apoyado en la tecnificación” como en los procesos que desarrolla el Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia para“ ofrecer el mejor agua” que “garantice el bienestar en nuestro territorio”.
Entre esas iniciativas de mejora destaca el Ayuntamiento de Bilbao que recibió el galardón de Agenda 21 por conseguir que el 84% de los pliegos de contratación del Consistorio cuenten con cláusulas medioambientales. “Debemos seguir construyendo el desarrollo sostenible, que se manifiesta en medidas más verdes o en más reutilización”, aseguró Nora Abete, teniente alcalde y concejala de Movilidad y Sostenibilidad. Además, la edil reconoció que “somos un modelo pero lo hacemos sin imponer” y como ejemplo puso que “somos la primera ciudad de Euskadi en instaurar las zonas de bajas emisiones”.
Con “huella hídrica y de carbono cero” finalizó la pasada edición del Raimat Arts Festival gracias a la colaboración entre los impulsores de la cita, la Fundació Comunitària Raimat Lleida, y Acciona. Tras calcular el agua consumida, se devolvió “el doble, un millón de litros de agua a la naturaleza”, haciendo de esta cita la primera en el mundo con la calificación water positive, lo que les valió a ambas entidades recoger el galardón de Ciencia. “Las sinergias hay que buscarlas y se encuentran”, afirmó Elena de Carandini, presidenta de la entidad catalana quien detalló que durante el evento “medimos la huella de carbono e hídrica y devolvimos a la naturaleza el doble de agua que se había consumido”. En esa línea se mostró Paula Pérez, responsable de proyectos de Innovación de Acciona Agua, quien reseñó que ayer, 17 de junio, era “el día water positive”, y que la colaboración con el festival había posibilitado “medir de manera tangible la huella hídrica”. Por ello, para Acciona esta iniciativa, con un marcado carácter solidario, “es un reto y un orgullo” ya que como indicó Elena de Carandini se busca “potencia la agricultura, la gastronomía, las artes y el turismo regenerativo” para una comarca ilerdense de marcado carácter rural.
La ciencia también es esencial en el Proyecto Ulysses. Y así lo destacó Jorge Ballester, director de la Fundación Data For Science. “Este es un proyecto que es pura ciencia. La ciencia y la innovación son la solución a los problemas de los plásticos en los mares”, reseñó uno de los integrantes de esta iniciativa que cuenta también con el trabajo del Gobierno vasco y AZTI. El viceconsejero de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Aitor Aldasoro, apuntaló que esta propuesta también se fija “en los ríos” y estos formarán parte de los nuevos avances que se den. Las tres entidades fueron premiadas en la categoría de Agua, un bien a proteger. “El 70% de la superficie del planeta es mar y con este proyecto vamos a ver dónde está la basura y cómo se mueve”, comentó Rogelio Pozo, CEO de AZTI, que también detalló la importancia del proyecto Ulysses School para “intentar hacer partícipes a los niños en la prevención de las basuras marinas”.
Los plásticos que recalan en el agua son objeto del Proyecto Ulysses y el plástico también es la seña de identidad de Birziplastik, que recibió el galardón en la categoría de Biodegradables. Su CEO, Mikel Llona, aseguró que “el uso de plásticos va a ir a más” y en su empresa se han especializado en reciclar residuos plásticos para darles una nueva vida. “Trabajamos con plástico posindustrial y con todo el que se genera se podría abastecer a Cantabria o Burgos”, comparó el máximo responsables a la vez que aseguró que “hay mucho volumen con el que trabajar” pero es necesario analizarlo “muy bien” para que “tenga las propiedades adecuadas” para que las empresas reclamen el uso de plástico reciclado.
Con partículas pequeñas también trabajan en el proyecto Harri Green, ya que consiguen que los restos de hormigón se conviertan en nuevos materiales útiles para el sector de la construcción. “En un sector como el nuestro podemos competir con este material de tú a tú con la piedra que se extrae de las canteras”, afirmó José Manuel Baraibar, director técnico y responsable de I+D+i de Viuda de Sainz. Además, su apuesta por reciclar material se está viendo impulsada por nuevas regulaciones internacionales. “El camino está recorrido y se ha refrendado con la directiva europea de ecodiseño”, subrayó Baraibar que recibió el galardón en la categoría de Cambio Climático.
Unos Lurra Sariak que clausuraron su tercera edición con una cerrada ovación al lehendakari, Iñigo Urkullu, que agradeció el cariño recibido.
