De Oporto a Noruega caminando con el objetivo de ver auroras boreales, una utopía para la gran mayoría, una aventura de casi 4.000 kilómetros que Marc Fas está llevando a cabo. A su paso por Bilbao, Fas se ha empapado en pocas horas de la gastronomía vasca. “Vienen un par de amigos y voy a estar un par de días y luego seguiré con la ruta”, apunta. En 2014 descubrió su propósito de vida, cumplir más sueños que años y uno de ellos es ver una aurora boreal. “Yo defiendo esta filosofía de vida de los sueños porque creo que es la manera más rápida y más impactante para conocerte mejor”, ilustra.

Todo empezó hace siete años cuando llegó a Finisterre, “tenía un bienestar personal, mentalmente, emocionalmente y espiritualmente”. Fue volver “a mi pueblo y hundirme, a partir del cuarto día dejé de ser esa persona”. Fas cuenta que estaba en Valencia “dejé de soñar en grande y necesitaba un reto en mi vida y llevo ya siete sueños cumplidos, necesitaba un octavo que me rompiera todo”.

Por este motivo se le ocurrió ir a Noruega a ver auroras boreales pero “coger un avión no me iba a sacar de la zona de confort ni me iba a ayudar a conocerme mejor, entonces a mí que me gusta caminar... ¿Por qué no me voy andando?” se preguntó. Marc Fas explica que necesitaba reencontrarse con “ese Marc de hace siete años, un tipo de persona al que le brillaban los ojos”. “Me he lanzado al reto porque es prácticamente imposible ir a Noruega pero cada vez nos vamos acercando un poco más al objetivo”.

No todos los sueños han sido tan exigentes, “uno de ellos era ver una etapa del Tour de Francia y fui allí y la vi, otro fue vivir un mes en Roma, y un tercero aprender italiano”. Mediante este viaje que está publicando en sus redes sociales en la cuenta de dreamingpass, quiere mostrar “que cuando tu persigues un sueño hay una fuerza externa que te ayuda y tu mismo entras en un estado que te ayudas tu mismo”. Fas es un CEO de comunicación al que le gusta “expresarse bastante a través del vídeo”. A partir de ahora, su idea es la de caminar entre 20 y 25 kilómetros al día porque “va a hacer mucho calor” y “también tengo que editar y llevar el proyecto adelante”.

A lo largo del viaje, en el que está a punto de llegar a los cincuenta días, está “conociendo a un montón de gente nueva que te va ayudando y eso es lo que quiero mostrar con este proyecto”. Recuerda cómo a su llegada a Bilbao las personas salieron “al balcón, gritaban mi nombre y me daban ánimos. Son momentos que me quiero llevar conmigo a la tumba”. Marc Fas tiene la sensación de que la historia “engancha”. “Estoy viendo gente que se conecta todos los días, y esa es la fuerza de los sueños”.

En su camino, que actualmente está realizando a la inversa que el de Santiago, se está encontrando diferentes dificultades, sobre todo “personales. Cuando empecé el camino no estaba preparado mental ni físicamente, por lo que lo he pasado bastante mal hasta Santiago”. El valenciano indica que “no todo es color de rosa, hay momentos en los que lo pasas mal, como cuando no encuentras alojamiento”, dice.

Problemas

Espera problemas “a partir de Francia” ya que es “un idioma que no conozco y el lugar tampoco lo voy a conocer”. Es ahí donde Marc Fas considera que le “van a ayudar” porque, para financiar el proyecto va a realizar una “campaña de crowdfunding” muy interactiva donde él va a ofrecer que “se puedan tomar un café conmigo” entre otras opciones diferentes. A cambio Fas va a ofrecer “una serie de productos para que la gente pueda construir sus sueños”.