El campo de la Ikastola Altzaga albergó ayer domingo el primer encuentro entre selecciones de rugby adaptado, protagonizado por las federaciones vizcaina y navarra. Una jornada que, sin duda, visibilizó y resultó un empujón de integración y de estímulo haciendo gala de esa admirable costumbre del rugby y su famoso tercer tiempo.

Los participantes pudieron compartir una tras el partido, un duelo que empezó a las 12.00 horas. Aunque hablar de pelea, recurriendo a esos términos tan beligerantes que hiperbolizan el deporte, realmente no tiene ningún sentido. Lo de ayer domingo fue un amistoso. Eso sí. Y, en este caso, con todo el poder de su significado. “Para las personas con diversidad funcional, el deporte es un juego: disfrutan, se lo pasan bien, hacen risas, bromean, están juntos...”, ensalza el presidente de la Federación Vizcaina de Rugby, Gervasio de la Fuente. Juego, otro sustantivo empleado literalmente en las modalidades para las personas con distintas capacidades. Certero y necesario. Ayer además de todo eso fue un ejemplo de superación y disfrute tanto para los deportistas como para todos los que se animaron a ir al partido.