Mientras continúa este esfuerzo conjunto, es importante que los países, regiones, administraciones y empresas materialicen su implementación contando con datos relevantes. También es importante que éstos sean accesibles y comprensibles, no sólo para las personas expertas, sino también para los ayuntamientos, instituciones, empresas y sociedad civil, así como para el conjunto de la ciudadanía. 

CABB y Agenda 2030

A escasos seis años de alcanzar la Agenda 2030, los operadores públicos del servicio de abastecimiento y saneamiento consideran relevante medirse con los propios indicadores de la Agenda para contrastar el grado de incidencia y adaptación que el Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia (CABB) ha hecho del compromiso que manifestó en origen, allá por 2015. Este aspecto está directamente relacionado con la correspondencia de la Agenda en la estrategia del CABB, adecuando procesos y mejorando en sostenibilidad.

Los Objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible supusieron un acuerdo universal que implicaba dotarse de una agenda multidisciplinar a quienes apostaron por su consecución al buscar el desarrollo económico, la inclusión social, la sostenibilidad ambiental entendida de manera integral y cursando a la vez una transformación institucional

Para lograrlo, el Consorcio se ha vinculado a esta visión conjunta a través de estrategias de inversión plurianuales, adoptando una nueva orientación y un nuevo enfoque relativo al diseño y la aplicación de programas que afectan a múltiples partes interesadas. Por estos motivos, hacer un seguimiento de la ejecución de la Agenda 2030, es la manera de poder evaluar los progresos, identificar las prioridades, determinar los puntos débiles que surjan durante la aplicación y mantenerse encaminados hacia los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

En marzo de 2016, la Comisión de Estadística de las Naciones Unidas calificó como punto de partida práctico los 230 indicadores de seguimiento de las 169 metas de los ODS. Estos indicadores globales tienen por misión ayudar a medir el progreso realizado hacia la consecución de los objetivos, aprender de las experiencias e identificar las zonas prioritarias para destinar recursos. El propio peso de los indicadores, sin embargo, representa un enorme desafío. Las relaciones entre indicadores con los objetivos y metas de la Agenda 2030 se puede apreciar en lo que Naciones Unidas ha determinado como el ‘Marco Global de Indicadores ODS.’

El agua como recurso esencial

El agua es esencial no sólo para la salud, sino también para la reducción de la pobreza, la seguridad alimentaria, la paz y los derechos humanos, los ecosistemas y la enseñanza. No obstante, los estados y las regiones se enfrentan a desafíos cada vez más grandes, vinculados a la escasez y contaminación del agua, los ecosistemas degradados y la cooperación en las cuencas de agua transfronterizas. 

Además, la falta de financiación y la debilidad de los sistemas gubernamentales impiden a muchos países lograr los avances necesarios. Salvo que las actuales tasas de progreso aumenten sustancialmente, no se podrán cumplir las metas del ODS 6 para el año 2030. A pesar de los progresos realizados, en 2023 alrededor de 2.000 millones de personas no contaban con acceso a agua potable y 3.600 millones carecía de acceso a un sistema de saneamiento y almacenamiento eficaz.

Para el 2030 se espera que el uso del agua aumente en un 40% gracias a una combinación de factores como el cambio climático, la acción humana y el crecimiento demográfico, hoy en día ya excesivo en algunas ciudades. Por ejemplo, el consumo promedio de agua al día en Ciudad de México es de 366 litros diarios por persona, siendo el consumo residencial el más elevado con 567 litros en promedio por habitante y día.

Para el 2030, se espera que el uso del agua aumente en un 40%.

Estrés hídrico

Los altos niveles de estrés hídrico (la extracción de demasiada agua dulce de fuentes naturales en comparación con el agua dulce disponible) puede tener consecuencias devastadoras para el medio ambiente y puede limitar o revertir el desarrollo sostenible. Si no se mitiga, el estrés hídrico puede llevar a la escasez de agua, lo que podría generar el desplazamiento de unos 700 millones de personas para el año 2030

El 36% de la población mundial, 2.500 millones de personas aproximadamente, viven en zonas bajo ‘estrés hídrico’ y más del 20% del PIB global ya se produce en zonas de riesgo de escasez de agua. Los ecosistemas de agua dulce proporcionan lugares naturales para los asentamientos humanos, aportando ventajas como el transporte, la depuración natural, el riego, la protección contra inundaciones y los hábitats para una diversidad biológica. 

Sin embargo, el crecimiento demográfico, la intensificación agrícola, la urbanización y la producción industrial degradan las masas de agua dulce en todo el mundo, amenazando los ecosistemas y los medios de vida de las personas en todas partes. A nivel mundial, algo más del 2,1% de las tierras están cubiertas por masas de agua dulce, pero su distribución es desigual, lo que aumenta su vulnerabilidad al cambio climático y a la escasez de agua.

La gestión integrada de recursos hídricos es un marco mundial que abarca las políticas, instituciones, instrumentos de gestión y el financiamiento para una gestión integral y colaborativa de los recursos hídricos. De los 172 países que presentaron informes en 2023, el 60% declaró niveles de implementación muy bajos, bajos o medio-bajos. Es poco probable que estos países cumplan la meta de implementar una gestión integrada de los recursos hídricos de aquí a seis años. 

Implementación global

La implementación es particularmente lenta (de muy baja a medio-baja) en alrededor del 90% de los países de América Latina y el Caribe, Asia central y meridional y Oceanía, (excluyendo a Australia y Nueva Zelanda), así como en el 50%-70% de los países de África subsahariana, Asia oriental y sudoriental y África septentrional y Asia occidental. 

La clave está en acelerar los procesos de recaudación de ingresos para un financiamiento sostenible, siendo la financiación la principal llave para articular todos los cambios. En este sentido, el Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia va a corresponder con sus responsabilidades para el bienestar de la población, el desarrollo territorial y el impacto en nuestro entorno

Esto lo va a realizar dotando recursos a través de programas de inversiones que avalen tanto la planificación de las necesidades como la ejecución, junto con la adaptación que requieren los imprevistos como pudieran ser episodios asociados al cambio climático (momentos de gran precipitación o, por el contrario, grandes períodos sin lluvia).

En tanto que el agua representa un escaso limitado y escaso, el CABB tiene la firme voluntad de, no sólo para el 2030 sino en años venideros, seguir las próximas Agendas del siglo que marquen la senda de la corresponsabilidad en la gestión de los recursos, en la eficiencia de los procesos y en la resiliencia con la sociedad, transformando un territorio hacia cotas de mayor sostenibilidad y menores (o a poder ser nulas) emisiones.

El programa de inversiones del CABB 2021-2027 implica una inversión de 500 millones de euros.

Programa de inversiones del CABB 2021-2027

  • Inversiones derivadas de la incorporación al Consorcio de nuevos municipios y comarcas de Bizkaia
  • Inversiones orientadas a reforzar la garantía de suministro y a la mejora de la calidad y fiabilidad del servicio
  • Inversiones destinadas a completar y optimizar los sistemas de saneamiento existentes

Estas actuaciones se cuantifican en una inversión de 500 millones de euros para todo el período, contabilizando que en los 4 primeros años del plan plurianual (2024-2027), se van a ejecutar 210 actuaciones por un importe de más de 357,7 millones de euros. Esto supone una inversión de 500 euros, 70 euros por habitante del ámbito del Consorcio y año.

En el período 2020-2023, el Consorcio ha optimizado sus recursos adecuando y estandarizando en su sistema de gestión todo el control de items a evaluar tanto en abastecimiento como en saneamiento, resultando muy significativo el incremento de la producción de energía que se ha hecho proveniente de fuentes renovables:

  • 4,2 GWH, lo que representa un incremento del 22% en abastecimiento
  • 7,2 GWH, lo que representa un incremento del 70% en saneamiento

Respecto a los indicadores que evalúan el grado de ejecución del ODS 6, el Consorcio ha asumido lo siguiente:

  • Saneamiento seguro

Más del 95% de las aguas residuales reciben un tratamiento adecuado en las EDAR antes de su vertido a los ríos o al mar. 

  • % Recursos hídricos disponibles utilizados

El rendimiento de las redes primarias de abastecimiento que opera el CABB es superior al 95%, de manera que el transporte de agua es óptimo y eficaz. 

  • Eficiencia en el uso del agua

Se realizan campañas de sensibilización a las personas usuarias para reducir el consumo de agua al mínimo imprescindible, disminuyendo así la detracción de recursos hídricos del medio natural.

  • Volumen de aguas residuales tratadas

Además, a través del saneamiento, el CABB reduce significativamente la presión por contaminación de los ecosistemas acuáticos receptores de vertidos, contribuyendo a su restauración ecológica.

Marco Global de Indicadores ODS 

ODS 6 Agua y Saneamiento - Metas y valores que han de medirse: 

  • Población con suministro agua potable
  • Saneamiento seguro
  • Volumen aguas residuales tratadas
  • Eficiencia uso agua
  • % de recursos hídricos disponibles utilizados

Estas referencias son las que utiliza el Consorcio para comparar la situación global y la realidad de la entidad. La crisis del coronavirus puso de manifiesto la importancia crítica del agua, el saneamiento y la higiene para proteger la salud humana. A pesar de los progresos realizados, miles de millones de personas en todo el mundo siguieron y siguen careciendo de estos servicios básicos. Por lo tanto, es necesario adoptar medidas inmediatas para mejorar el acceso al agua, al saneamiento y a los servicios de higiene para evitar infecciones y contener la propagación de cualquier enfermedad.