Domingo a las 10.30 horas junto a la fuente de Algorta, en pleno Parque Natural de Gorbeia. Es el día, la hora y el lugar fijados para el último y más sentido homenaje a Patxo Pozo, bilbaino de nacimiento, pero laudioarra de adopción, que falleció repentina e inesperadamente el pasado mes de noviembre a los 69 años. En ese bello paraje, perteneciente al término municipal de Orozko, se reunirán mañana familiares y amigos convocados por Iñaki García Uribe para despedir “como se merece, a un montañero que nos dejó hace poco, y con el que llevábamos tiempo, un año, restaurando la fuente de Algorta”, explica sobre el motivo de la ubicación elegida. Además, fue creada por el Club Goikogane Mendi Taldea, al que pertenecía Patxo, en la época de construcción de su refugio en Austigarmin “y allí honraremos a nuestro amigo y recordaremos sus andanzas montañeras y gorbeistas”, apunta.

De su perfil personal, Iñaki lo define como “barbudo, inconformista, algo rudo, duro en sus formas, pero con un corazón de cariño, que dejaba huella allá donde llegaba, por lo buena persona que era”. Así lo demostró en numerosas ocasiones volcándose en todo tipo de iniciativas culturales del Alto Nerbioi, entre ellas encarnando la figura de Olentzero en lugares como Orozko o en Areta (Laudio).

Sus aficiones eran múltiples y diversas. “Piloto de motos de gran cilindrada, de avionetas, experto conductor de 4x4, condujo todavía hace poco una vez más en el Rally de los Monegros un bonito Seat Panda y quedó de la mitad para arriba en la clasificación. Montañero histórico del Goikogane, campeón de concursos culinarios, maquetista de nivel,... En fin, ese eras tú, Patxo”, recuerda.

Su habilidad y paciencia a la hora de realizar maquetas a escala quedará, para siempre, reflejada en las dos confeccionadas del desaparecido Castillo de Untzeta y que se pueden ver en el Ayuntamiento de Arrankudiaga-Zollo y la que, en febrero de 2023, donó al Museo de Orozko que reproduce uno de los trabuquetes medievales construido en el collado de Asuntze para derribar, en 1357 y tras un duro asedio de más de dos meses, ese mismo castillo.

Y con su 4x4 condujo y acompañó en incontables ocasiones por todo el Parque Natural de Gorbeia al investigador Javi Castro y su equipo de colaboradores en la búsqueda y catalogación de canteras moleras.