Con el propósito fundamental de proteger y preservar el patrimonio de la localidad, el Ayuntamiento ha visitado la capilla del hospital psiquiátrico de la localidad para conocer el estado de los murales del pintor bilbaino Juan Aranoa. Los frescos, que datan de 1930, representan escenas sobre la Virgen, la infancia de Cristo y su Pasión, entre otras, y en la actualidad, dado el tiempo transcurrido, presenta evidentes signos de deterioro.

Ante esta situación, el Consistorio ha solicitado a la Diputación Foral de Bizkaia que realice un estudio para conocer el estado de conservación. Y es que, con frecuencia se han encontrado restos de pintura en el suelo, además de problemas de humedad.